En un centro cultural ubicado en el barrio porteño de Chacarita, el candidato por el Frente de Todos, Alberto Fernández, inició este lunes en la tarde la etapa final de su campaña que cerrará el miércoles en Rosario y el jueves en la ciudad de Córdoba.
Sobre un escenario tipo "living", Fernández se presentó junto al candidato a jefe de gobierno porteño, Matías Lammens, quien ofició de anfitrión. Fue un acto de campaña enfocado en la juventud y la cultura .
Ofelia Fernández, la joven de 19 años que busca llegar a la Legislatura porteña, fue la primera en tomar la palabra. Sentada entre el público, Lammens le cedió el micrófono: "Tenemos la fuerza de unir a distintos sectores, para derrotar al neoliberalismo", dijo Ofelia.
Lisa Kerner, fundadora de Casa Brandon, habló en nombre de los centros culturales porteños. Cargó contra los controles gubernamentales de la administración de Horacio Rodríguez Larreta, a los que acusó de “hostigamiento”.
"Me encanta ser porteño, pero me encanta ser un porteño federal que quiere el interior", dijo Alberto Fernández. "Para cambiar la política hay que subir al escenario a otras experiencias dirigenciales", explicó, en directa referencia a la candidatura de Lammens, quien como presidente del club San Lorenzo de Almagro proviene del mundo del deporte, y no registraba antecedentes en la política clásica.
“Somos hijos de la educación pública”, se autoreferenció Fernández, para destacar el “sistema de ascendencia social” que implican las universidades públicas.
"La riqueza de las sociedades no está dada por el petróleo o la soja, sino por la inteligencia y el conocimiento. Veo que hay mucho maltrato con los investigadores y los científicos, también con los maestros, a quienes hacen creer que están enfrentados con la gente. No entiende (el gobierno) la importancia de desarrollar la educación, nosotros sí. Tenemos que abrir la escuela pública y las universidades. Esa es una enorme diferencia con este gobierno. ¡Viva esta diferencia! No queremos ser como ellos", sostuvo el candidato presidencial del Frente de Todos.
También les reclamó a los jóvenes que no pierdan su espíritu critico."Yo quiero que me digan, 'Alberto, esto no es lo que te comprometiste con nosotros'; no dejen que nadie los domestique, que nadie los calle ni que los resigne por este presente".
“Es cierto que anida en mí un rockero, yo era un joven que despotriqué cuando la juventud parecía adormecía; siempre debatan, siempre demanden porque el futuro es de ustedes”, dijo.
El camporista Mariano Recalde, candidato a senador nacional, los candidatos a diputados Pino Solanas, Itaí Hagman, Claudio Ferreño y Victoria Donda estuvieron mezclados entre el público presente, compuesto mayormente por jóvenes.
De traje y corbata, en contraste con la informalidad de quienes lo escuchaban, Fernández reconoció: "No tengo el manejo del lenguaje inclusivo que tienen ustedes, pero créanme que tengo las mismas ideas".
Luego nombró a su compañera de fórmula. "Cristina es a la que más tenemos que decirle gracias por estar todos acá; todos dejaron a un lado expectativas legítimas para dar vuelta la página; la historia dirá que algún días quienes pensaban parecido se pusieron de acuerdo y que una mujer que tenía un caudal de votos importante, resignó un lugar para dar cabida todos".
Alberto Fernández repasó sus gustos musicales (desde Litto Nebbia y Luis Alberto Spinetta, hasta Bob Dylan y Joan Baez); habló de sus lecturas de Charles Bukowski; de "cómo recordamos momentos de nuestras vidas según algunas películas que vimos".
También recordó la legislación sobre derechos de actores y autores que se aprobó durante los gobiernos kirchneristas. “Si queremos preservar las cultura, hay que cuidar a quienes hacen cultura”, definió, para prometer fomentar “las industrias culturales, con todo lo que eso moviliza económicamente”.
“Todo concluye al fin, todo termina, y este gobierno está concluyendo”, dijo parafraseando una canción de Vox Dei.