Alberto Ajaka: “Voy a hacer un monólogo escrito por mí”

El malvado de la tira “Los ricos no piden permiso” llega a Mendoza para participar como invitado del ciclo teatral Mendólogos. Aunque la televisión le brindó popularidad, confiesa que se siente más un animal de teatro y tiene su compañía con la q

Alberto Ajaka: “Voy a hacer un monólogo escrito por mí”

Le cuesta tomarse vacaciones. Su naturaleza es la acción. Para él no ensayar en teatro y solo trabajar en un proyecto, es suficiente descanso. “No me tomo vacaciones, no me gusta moverme.

No me gusta salir de vacaciones y mi familia me lo reclama. Cuando salgo, a los tres días entro en la etapa del ocio. Pero detesto el movimiento, tenés que dejar todo”.

Alberto Ajaka sabe que es un punto que tiene que cambiar, pero la pasión por el teatro hizo que sus últimos años fueran intensos y a ritmo acelerado. A diferencia de otros artistas, luego de probar con diferentes carreras, a los 28 años incursionó en el teatro y no lo abandonó jamás.

Recién a los 31 tuvo su primera actuación profesional y de ahí un camino intenso que lo llevó a la dramaturgia y la actuación. En pleno rodaje de “Los ricos no piden permiso”, donde interpreta al malvado Negro Funes, llega nuevamente a Mendoza para ser parte del ciclo “Mendólogos”, esta noche en Le Parc.

En 2011 había estado en nuestra provincia con “Ala de criados”, la obra teatral de Mauricio Kartún por la que recibió el premio ACE a Mejor actor y en esa oportunidad actuó en el teatro Independencia.

Aunque tuvo participaciones en cine en títulos como “Las manos” de Alejandro Doria, o “El último Elvis”, de Armando Bo, la interpretación de D'Onofrio en la tira televisiva “Guapas” fue con la alcanzó gran popularidad, con un personaje atractivo y alocado dentro de la historia.

“En este momento, después de largos ensayos y estrenos, y desde que terminé con “Juan Moreira” en el Cervantes, estrené con mi compañía una obra ‘Pie de monte’.

Son 10 años de no parar con la actividad teatral, de hecho estoy ensayando con la compañía. También estrené el año pasado “Otro estilo de vida”, también con mi compañía, y “El hambre y los artistas” en el San Martín.

Pero toda esta combinatoria del teatro comercial con el teatro oficial, me consume el tiempo”, afirma Ajaka, quien es uno de los actores más prolíficos de nuestra escena y desde 2008 tiene una intensa tarea como director y dramaturgo con su compañía Colectivo Escalada.

-Comenzaste grande con la actuación...

-Trabajé en una imprenta familiar durante 20 años. Y empecé a hacer teatro a los 28. Recién a los 31 años logré actuar de manera profesional. Y dejé la imprenta a los 37, antes de ayer (ríe). Yo tenía una vida muy buena, un trabajo preciado y con el cual crecí.

Esos siete años hasta que dejé la imprenta fueron traumáticos, porque yo no tenía un interés económico con la actuación. Pero enseguida empecé a escribir, a dirigir, tuve una sala y formé la compañía.

Y hubo un momento en que ambas cosas no podían convivir. Y decantó hacia el lado de la actuación. Primero me convocaron en el cine y luego en televisión.

-El camino recorrido, ¿te ayudó a mantener ese perfil bajo con la popularidad que te dio la televisión?

-Supongo que sí. Soy un muchacho grande y en cuanto a eso, lo pude digerir de otra manera. Para mí fue bastante natural. Se que tengo suerte y soy un privilegiado, pero también estoy muy tranquilo y lo que hago es actuar.

Tengo una pasión por el teatro y la desarrollé. Con urgencia porque, tal vez por empezar de grande, padecí eso de crecer antes. En ese momento estaba desesperado por actuar.

-Con Francisco Suárez el director de "Mendólogos" actuaste en "Signos" y ahora te convocó para el ciclo, ¿que vas a presentar?

-Es un monólogo escrito por mí. Formó parte de un espectáculo que hice con mi compañía que se llamó “El director, la obra, los actores y el amor”. Era un espectáculo sobre nosotros mismos. En ese espectáculo tenía que ver con un recorrido sobre ese presente participé.

Hice dos personajes, a Ajaka y al director. Y una de las secuencias del espectáculo era Ajaka el personaje, diciendo una especie de autobiografía rota. Me pareció el texto más sincero que podía mostrar. Son ciertas sensaciones y emociones de todo el camino que hice.

-¿Te considerás un actor más de teatro que de televisión?

-Sí, pero tiene que ver con una cuestión técnica y lógica. En el teatro el actor tiene la posibilidad de fundar el tiempo y el espacio. En los medios audiovisuales, uno es parte de un engranaje. Me interesan todos los lenguajes, pero en el teatro funciono como un hacedor de teatro, aunque me dirija otro.

Tengo una mirada sobre la totalidad del teatro y puedo compartir esa mirada. Y luego en el escenario con las reglas establecidas, yo voy a violar esa ley. Y el actor puede hacer eso. En la pantalla es más difícil. Mi oficio encuentra mayor plenitud en el teatro.

-En tu intensa carrera, tuviste la oportunidad de actuar con grandes artistas ¿Admirás a alguien en especial?

-Yo soy un admirador del actor popular argentino, además de trabajar con grandes directores. Hay un actor que para mi generación ha sido muy importante que fue Alejandro Urdapilleta. Creo que es un faro. También soy de admirar los momentos de cada quien, en cada cosa.

También Vittorio Gassman en el ámbito internacional.

El año pasado Alberto Ajaka protagonizó el unitario “Signos” junto a Julio Chávez. Y este año sorprende con un nuevo personaje, en la novela de Pol-ka “Los ricos no piden permiso”. Aquí rodeado de galanes como Luciano Castro, Gonzalo Heredia y Juan Darthes muestra su costado de villano, lejos del recordado D'Onofrio.

-Ahora compartís la tira con galanes ¿Tenés cierto prejuicio a la hora de trabajar con figuras en la televisión?

-No tengo ningún prejuicio de trabajar con galanes. Tengo juicios previos como todo el mundo y también me sorprendo. No tengo complejos ni nada por estilo. Nos llevamos muy bien y trato de sacar lo mejor de cada personaje.

Un villano de novela

Luego de probar su costado bondadoso y de galán desestructurado, Alberto Ajaka sorprende este año con el malo de la novela “Los ricos no piden permiso”.

La ficción de horario central producida por Pol-Ka y protagonizada por Luciano Castro, Araceli González, Gonzalo Heredia, Agustina Cherri, Luciano Cáceres y Julieta Cardinali es un culebrón de estos tiempos que combina el amor y la traición entre los patrones y empleados de la estancia Santa Elena.

Aquí, Akaja se prueba como El Negro Funes, un gaucho malvado y un tanto resentido que deja ver su costado más humano frente a Marisol (Malena Solda) y está envueltos en los hechos más oscuros de la familia.

Pero para darle mayor vértigo a la historia, la llegada de Jackie Ayala (Bárbara Lombardo), la nueva mucama de la estancia, entra en un nuevo vínculo amoroso que no puede resistirse al encanto de la joven. Un personaje ambiguo, que muestra su maldad y también conmueve.

Monólogos con invitados de lujo

La tercera edición de “Mendólogos”, el ciclo que combina teatro y música dirigido por el actor porteño Francisco Suárez, tiene como premisa convocar en cada función un invitado especiales. Y este año, actores foráneos encabezan el ciclo.

Desde mayo, Mariana Richaudeau y Osqui Guzmán fueron parte de la propuesta. Y en la función de esta noche, Alberto Ajaka se suma al combinado de actores locales con Diego Flores, Jessica Echegaray, Jorgelina Flores y Francisco Suárez.

Además la cantautora Paula Neder, es la encargada de amenizar con su música la noche.

La ficha

Mendólogos
Invitado especial: Alberto Ajaka.

Actúan: Jessica Echegaray, Jorgelina Flores, Diego Flores y Francisco Suárez. 
Día y hora: hoy, a las 21.
Lugar: Espacio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén). 
Entrada: $120. 2x1 Tarjeta U Ciudad Universitaria y sistema inscribirme.com

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA