La actual epidemia de fiebre Ébola en África occidental es una de las que plantea “mayores desafíos” desde la aparición de la enfermedad hace 40 años, indicó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando el número de muertos asciende a 111.
“Esta epidemia de Ébola es una de las que mayores desafíos nos ha planteado”, declaró Keiji Fukuda, vicedirector general de la OMS.
En conferencia de prensa en Ginebra, Fukuda indicó que la propagación de la epidemia, que comenzó en el sur de Guinea, para ampliarse a través de la capital Conakry y el vecino país de Liberia, es muy inquietante.
“No hemos tenido hasta ahora epidemia de Ébola en esta parte de África”, declaró Fukuda, cuya organización envió equipos humanitarios al lugar. “Este tipo de epidemia genera siempre miedo y ansiedad”, añadió Fukuda.
Según las últimas cifras publicadas el martes por la OMS, hay 157 casos sospechosos en Guinea, entre ellos 101 decesos. Sesenta y siete casos fueron confirmados por laboratorio. Veinte casos fueron registrados en la ciudad portuaria de Conakry.
En Liberia hay 21 casos, entre ellos 10 muertes. Cinco casos fueron confirmados por laboratorio.
Hay sospecha de casos en Sierra Leona y Malí.
El virus de Ébola fue identificado por primera vez en los años 1970 en lo que hoy es la República Democrática del Congo.
Las epidemias más violentas han generado tasas de mortalidad del 90%, y no hay vacuna ni tratamiento.
La más importante epidemia hasta ahora fue en el año 2000, en Uganda, con 425 casos, la mitad de los cuales llevaron a la muerte.
La fiebre de Ébola causa hemorragias, vómitos y diarreas.
El virus es tal vez transmitido al hombre por animales salvajes, y de humano en humano por contactos directos. Fukuda dijo que, aunque en otros brotes ha habido más casos, el actual es especialmente difícil debido a la amplitud de la zona en la que se ha propagado: desde las selvas tropicales de Guinea hasta su capital, e incluso a la vecina Liberia. El hecho de que haya alcanzado Conakry, la densamente poblada capital de Guinea, también es motivo de preocupación.
Las autoridades recibieron una buena noticia esta semana cuando los exámenes mostraron que algunos casos en Ghana y Sierra Leona no eran Ébola, informó la OMS. Indicó también que dos de nueve presuntos casos en Malí fueron declarados negativos.
Pero Fukuda advirtió que es demasiado pronto como para decir si el ritmo de la tasa de transmisión está disminuyendo, y el brote está lejos de haber concluido.
“Esperamos estar totalmente inmersos en este brote durante otros dos, tres, cuatro meses”, afirmó Fukuda, que funge como subdirector general del grupo de seguridad en la salud y del grupo ambiental en la agencia de salud de las Naciones Unidas, a periodistas en una conferencia telefónica desde Ginebra.
La enfermedad se incuba en las personas hasta por 21 días, y en general no se declara que un brote ha terminado hasta que se confirma que no ha habido contagios durante cuando menos dos períodos de incubación.
Fukuda dijo que uno de los mayores desafíos para los trabajadores de salud ha sido combatir el miedo y los rumores que han surgido en torno al brote. Una multitud enfurecida atacó un centro de tratamiento en Guinea la semana pasada, pues acusaban al organismo de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras de traer el virus al país.
Fukuda hizo énfasis en que los expertos saben cómo detener las infecciones y que, con las medidas preventivas correctas, el riesgo de un contagio es bajo.
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