El voley llegó a la vida de Alan Giócoli, prácticamente de casualidad. El central es el único refuerzo mendocino que ha sumado la Municipalidad de Tunuyán, que se prepara para jugar la Liga Argentina A-2.
Giócoli nació en Merlo, provincia de Buenos Aires y a los 18 años tuvo que trasladarse a Mendoza. Antes nunca había practicado este deporte.
“A mi papá (Néstor) lo trasladaron acá, por un tema laboral y nos vinimos todos. Cuando llegamos me puse a buscar un club para practicar algún deporte. Fuimos a Pacífico (General San Martín) y me interesaba jugar tenis, pero allí, el tesorero del club me dijo: ‘mirá, los chicos del voley están buscando jugadores y viajan mucho. Fijate’. Y así empecé. Digamos que fue de casualidad. Realmente me encantó y me encanta. No había jugado en mi vida al voley. Me parece un deporte extraordinario”, dice Alan, desde algún lugar del polideportivo del Tunuyán, donde se encuentra instalado.
Alan, es un producto netamente del voley local: “Empecé a jugar con el Bruja (Nicolás Pereyra) en Pacífico y luego con Fabián Leguizamón. Con ellos aprendí. De ahí me fui a Maipú, donde estuve seis meses. Como jugaba los torneos universitarios, el Colo (Esteban Leone), me convenció y me fui a la UNCuyo. Ahí hace 4 años que estoy. Cuando llegué nos dirigía Daniel Di Césare. Después empezó a dirigirnos el Colo. Hoy es técnico, compañero y amigo”, sostiene Alan, que se identifica plenamente con la “U”.
Este central de 1,90 mts, con Tunuyán jugará su tercera Liga A-2: Social Montero (2017) y Salta (2018).
Si bien empezó de grande en el voleibol, a sus 26 años (el 11 de este mes cumple los 27), es uno de los mejores en ese puesto en el ámbito local.
En diciembre, terminó de cursar ingeniería en petróleo y le quedan un par de materias para recibirse. “Espero recibirme este año, por eso digo que tengo la suerte de estudiar y jugar. Me he retrasado un poco en los estudios por el voley. Si tuviese que elegir otra vez un deporte, sería éste”, aclaró.
Y continuó: “Con Tunuyán será mi tercera Liga y espero aportar mi granito de arena, desde el lugar que me toque en el equipo”, indicó.
En cuanto a la invitación de Los Manzanitas, dijo: “Tuve varias propuestas, pero me gustó mucho la idea de quedarme en Mendoza a jugar una Liga y estar cerca de la familia”, subrayó.
Su hermano Axel, es líbero en la UNCuyo: "El es el petiso habilidoso y yo el alto rústico", desliza con humor. "Pero siempre quise jugar con él y disfrutamos jugar juntos", agregó.
En cuanto al plantel que se armó en el Valle de Uco, señaló: “La expectativa es sumar, aportar lo mejor y estar dispuesto a lo que me pidan los técnicos. El principal objetivo es clasificar a la primera ronda y luego iremos renovándolos” dijo.
“Tunuyán tiene muy buenos jugadores y refuerzos. El hecho de jugar dos ligas seguidas, creo que le permitirá al equipo afianzarse mucho más debido a la experiencia que ya tiene”, expresó Alan Giócoli, que desde hace varios días está concentrado en el Valle de Uco.
Los Manzanitas siguen entrenando sin pausa
El sexteto tunuyanino continúa con su preparación con vistas al debut en su segunda Liga Argentina A-2 consecutiva y que lo tendrá como protagonista en la zona C.
El jueves 17, Los Manzanitas enfrentarán a Club Ateneo de Catamarca, otro que se ha reforzado muy fuerte para el ascenso. Tunuyán continuó con sus trabajos en doble turno y con todo el plantel. "Seguimos entrenando de mañana con sobrecarga y en la parte sintética. Durante las tardes hacemos entrenamiento global. No tenemos lesionados y se están bancando bien los entrenamientos. Estamos prestando atención algunas situaciones de juego que tenemos que mejorar. Estamos contentos con el equipo que se está formando, porque es largo y tiene mucha oposición, dado que no tiene titulares definidos", sostuvo el entrenador, Dan Andraos.