El Senado de Alabama aprobó esta semana la ley contra el aborto más estricta de todo Estados Unidos, que prohíbe la interrupción del embarazo en cualquier etapa de la gestación y castiga con hasta 99 años de prisión al médico que lo practique. El legislativo del estado sureño desafía así la legalidad de esta práctica en Estados Unidos, consagrada en un fallo del Tribunal Supremo de 1973.
El texto de la "Ley de Protección de la Vida Humana de Alabama", que no contempla excepciones en casos de violación o incesto, fue confirmada por la gobernadora republicana Kay Ivey.
“Esta legislación es un poderoso testamento de las firmes creencias de los residentes de Alabama de que cada vida es preciosa y es un regalo sagrado de Dios”, dijo la funcionaria en un comunicado.
La norma convierte al aborto en un delito punible con penas de entre 10 y 99 años de prisión para el médico que lo practique.
Sólo se autoriza en caso de peligro de muerte para la madre o el feto.
La enmienda introducida por los demócratas para permitir el aborto en los casos de violación e incesto fue rechazada por 21 votos a 11.
El objetivo de sus promotores es provocar una batalla judicial que llegue a la Corte Suprema de Justicia.
Los republicanos esperan que los jueces de la Corte Suprema, de mayoría conservadora, reviertan la decisión "Roe vs. Wade" que en el año 1973 habilitó el aborto en todo el país.
Ven poco probable que la ley se implemente
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) prometió bloquear la lay antiaborto por lo que muchos ven poco probable su implementación. "Todos podemos reconocer que, al menos en el corto plazo, esta ley no podrá entrar en vigor", dijo la gobernadora de Alabama Kay Ivey. Randall Marshall, director de ACLU, dijo que "la gobernadora decidió desperdiciar millones de dólares de los contribuyentes de Alabama para defender una ley en un esfuerzo político de revertir 46 años de precedentes legales" en la Corte Suprema.