Félix Fénéon nació en Turín en 1861 y pasó gran parte de su vida en Francia, donde de joven fue un anarquista militante pero también trabajó como crítico de arte y periodista, su gran pasión que lo llevó, además, a dirigir a lo largo de su vida una media docena de revistas que se caracterizaron por ser un reflejo de las costumbres y los problemas de la época.
Como periodista, Fénéon mostró siempre un estilo narrativo propio que se caracterizó por la síntesis y el ritmo; tenía la habilidad de condensar en unas pocas oraciones toda una idea o una historia y así, esa particularidad lo llevó a que en 1906 el diario Le Matin le encargara hacer una página con sucesos, pero contados en no más de tres líneas. Nacía, impreso en plomo en una redacción francesa, el Twitter de inicios del siglo pasado.
Durante los años siguientes y con una producción muy prolífica, Fénéon publicó a diario asesinatos, peleas e incendios, hazañas deportivas, tumultos, reclamos y accidentes siempre contados con un estilo conciso, llano y abierto. En total, el periodista escribió más de 1.200 historias breves, relatadas cada una de ellas en unos 140 caracteres y en las que se recreaba buena parte de la realidad francesa de hace 100 años.
Sus pequeñas crónicas fueron recopiladas en un libro de la editorial Impedimenta bajo el títulode "Novelas en tres líneas" y a continuación, algunas de ellas.
Breves historias
“Louis Lamarre no tenía ni trabajo ni vivienda, pero sí algún dinero. Compró en una tienda de ultramarinos de Saint-Denis un litro de petróleo y se lo bebió”.
“Catherine Rosello, vecina de Tolón y madre de cinco hijos, intentó esquivar un tren de mercancías, pero la atropelló el tren de pasajeros”.
“Un quincuagenario desconocido, enorme y además hinchado tras un mes ininterrumpido de permanencia en el agua ha sido pescado en La Frette por el señor Duquesne”.
“Raoul G., residente de Ivry, fue poco refinado al regresar a su casa sin aviso previo. Apuñaló a su mujer, quien se divertía en brazos de un amigo”.
"Ayer el señor Colombe, vecino de Ruán, se mató de un balazo. Su mujer ya le había disparado tres balazos en marzo. El divorcio era inminente".
"Una muchacha ha quemado con ácido a su amante, un ciudadano de Tolón de buena posición, porque intentaba huir después de haberla convertido en madre".
"Vital Frérotte, un lavaplatos de Nancy que regresó de Lourdes curado para siempre de la tuberculosis, el domingo murió por error".
“Al descubrir ahorcado a su hijo de Hyacinthe, de sesenta y nueve años de edad, la señora Ranvier, de Bussy-Saint-Georges, quedó tan deprimida que no pudo cortar la soga”.