"La causa contra Daniel Aguilera por comercialización de droga es muy importante. Es un tema seguido con atención a nivel nacional por el Ministerio Público y por el Ministerio de Seguridad", aseguran en la Justicia Federal, donde la situación de "El Rengo", jefe de la hinchada de Godoy Cruz, acaba de agravarse: ha sido imputado por ser -presuntamente- el jefe de una organización dedicada al comercio de droga y, por lo tanto, podría recibir una condena que va de los 8 a los 20 años de prisión.
En el contexto nacional, "El Tomba", tras diez años de jugar en primera división, es uno de los clubes más importantes del interior. Que el líder de su hinchada -a quien desde 2006 se lo relaciona con la venta de droga- se encuentre detenido no es un dato menor porque el negocio de la droga está atado a otros hechos violentos fuera y dentro de las canchas argentinas.
Prueba de ello -y ya a una escala mucho mayor- es la banda narco de Rosario, Los Monos, cuyas ramificaciones se extienden en las barras de Rosario Central y Newell's, al punto que para algunos investigadores Andrés "Pillín" lidera la barra "Canalla" y a la vez gerencia a la de Newell's.
Penitenciarios sospechados
Si bien en los últimos años con la detención de Aguilera (y también de su rival Marcelo "El Gato" Araya) parecen haberse aplacado algunos ánimos revoltosos en las barriadas calientes de Godoy Cruz, los delitos conexos al negocio de la droga -en esta causa- hay que mirarlos en relación a las fuerzas de seguridad.
"¿Cómo se puede manejar desde un penal el negocio de la droga? Sólo con la connivencia de algún integrante del Servicio Penitenciario", explican los investigadores.
En efecto, la investigación contra Aguilera que lleva adelante el fiscal federal subrogante de Mendoza, Fernando Alcaraz, tiene en la mira a algunos penitenciarios que son investigados en relación a un presunta "ayuda" brindada al líder tombino para comunicarse con el exterior, estando detenido.
Nueva imputación
A fines de setiembre pasado Daniel Aguilera debería haber quedado libre luego de que fuera condenado a 6 meses de prisión por lesiones leves, tras agredir a su mujer.
Pero diez días antes y luego de dos meses de investigación la Justicia Federal ordenó a Gendarmería a realizar una batería de allanamientos en distintas viviendas del Gran Mendoza y en la celda de Aguilera.
En una vivienda del barrio Ruiseñor, perteneciente al barra tombino, se secuestró un kilo de cocaína que había sido lanzado al techo de un vecino, además de balanzas, dinero (cerca de 20 mil dólares en billetes de distintas nacionalidades) y un arma.
En el operativo fueron detenidos Cristian Oliva y Maximiliano Torres, dos hombres relacionados también con la barra de Godoy Cruz, según los investigadores. Ambos, junto con otra persona que no ha podido ser identificada, aparecerían en distintas escuchas que los comprometerían.
Luego, Oliva y Torres, junto a Aguilera, fueron imputados por el fiscal Alcaraz por el delito de tenencia de droga con fines de comercialización agravada por ser dos o más personas. Este delito tiene penas que van de los 6 años a 20 años de prisión.
En los últimos días Alcaraz solicitó al juez Walter Bento, titular del Juzgado Federal N° 1, que se cambie la imputación de "El Rengo", quien finamente quedó imputado como jefe de una organización dedicada al comercio de droga.
De esa forma, si Aguilera es juzgado y encontrado culpable podría recibir una pena que va de los 8 a los veinte años de prisión.
A esto hay que agregar que el fiscal no pasó el arma encontrada a la Justicia provincial para que se abra un expediente por tenencia de armas sino que quedó en el ámbito federal.
Es que según se entendió, un arma en una causa de drogas genera siempre un posible foco de violencia y por lo tanto debe tenerse en cuenta.
"Nosotros consideramos que con los elementos que tenemos -estamos en condiciones de elevar la causa a juicio", explicaron.