En la nota que las autoridades del Hospital Notti elevaron a Fiscalía de Estado hay algunos números llamativos. Cuando se hicieron las previsiones para todo 2015, las autoridades del organismo habían elevado un presupuesto de 110 millones de pesos, a los que debían sumarse $21 millones de rojo que quedaron pendientes de 2014; es decir que la necesidad del hospital pediátrico ascendía a 131 millones de pesos.
Pero el Presupuesto 2015 de toda la administración pública nunca fue aprobado por la Legislatura. Las sucesivas peleas entre oficialismo y oposición fueron aplazando el tratamiento y no hay esperanzas en el corto plazo de que se agilice el tratamiento.
Es que debatir presupuesto ahora implicaría abrir la caja de pandora de la deuda flotante de todo el Estado y blanquear la necesidad de financiamiento que realmente tiene el Ejecutivo para cerrar las cuentas antes de que termine el actual mandato. Nadie quiere eso, al menos hasta después de las elecciones. Este es el gran debate de la transición entre el gobernador saliente, Francisco Pérez, y su sucesor ya electo, Alfredo Cornejo.
Volviendo al Notti, al no haberse aprobado la pauta de gastos 2015, se aplica la de 2014, que autoriza gastos por 72,6 millones de pesos; si recordamos que la previsión era de 131 millones, entonces el déficit que se prevé araña los 59 millones de pesos.
Otro dato que circula en los corrillos es que para llegar al 31 de diciembre, a los hospitales en general les hacen falta $ 500 millones y para llegar al 31 de octubre (es decir, sin que explote todo antes de las elecciones nacionales del 25 de ese mes), hacen falta partidas por $ 170 millones. Eso no implica pagar lo que se debe hasta ahora y lo que se deberá. Como ya se dijo, la actual discusión es que los “dibujos” contables queden dentro del marco de la legalidad, pero ese debate no crea plata: eso se consigue con recaudación.