Lionel Messi, un astro de alcance planetario al que casi no le resta récord por pulverizar en el fútbol, persigue en la Copa América Centenario su esquivo primer trofeo con Argentina.
A los 28 años de edad, La Pulga ya despedazó la mayoría de las plusmarcas del deporte con una foja de servicios capaz de hacer empalidecer a grandes del fútbol, y constituye el cerebro que comanda el juego del seleccionado argentino. Y, sin embargo, a pesar de tantos pergaminos, Messi aún busca la esquiva gloria de levantar una copa con la Selección mayor de su país.
Con la camiseta celeste y blanca, Messi conquistó el Mundial Sub 20 en 2005, y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. Pudo tocar la gloria con las manos en dos oportunidades aunque se llevó a casa la frustración, cuando Argentina perdió ante Alemania la Copa del mundo de 2014 (Brasil), y cayó ante Chile en los tiros penales en la final de la Copa América de 2015.
En la edición Centenario de la Copa América, Argentina desembarcó en Estados Unidos como franca favorita, en el primer puesto del escalafón mundial de la FIFA y con una constelación de astros de la talla de Messi, Agüero, Di María, Mascherano o Higuaín.
No obstante, La Pulga llegó en pleno proceso de recuperación de una lesión en la zona lumbar y, de esa forma, estuvo ausente en el estreno, en la victoria por 2-1 ante Chile, el campeón vigente del torneo.
En el compromiso siguiente, ante Panamá, ingresó al promediar el segundo tiempo, aunque encontró tiempo para aportar tres goles a la goleada de 5-0. En el último partido de la fase de grupos, ante Bolivia, entró en el segundo tiempo por Pipita.
Messi va por más. Quiere ganar un título con la Selección y está cerca.