Al menos diecisiete muertos, entre ellos ocho menores, dejó la madrugada de este sábado una estampida en un club nocturno del oeste de Caracas (Venezuela), provocada por el lanzamiento de una bomba lacrimógena durante una pelea en una fiesta.
"Se originó una riña en horas de la madrugada y una de las personas involucradas en la riña lanzó un artificio lacrimógeno que originó la estampida de más de 500 personas que se encontraban en el club social", explicó el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, a la televisión estatal VTV.
Reverol señaló que el hecho dejó "el fallecimiento de 17 personas" y cinco heridos serios. Hay ocho detenidos por el caso, incluido el presunto responsable de activar la bomba de gas. Reverol anunció inicialmente siete arrestos, pero en la tarde reportó en Twitter una nueva captura, la de un adolescente de 16 años involucrado en el "lanzamiento del artificio".
La encargada del establecimiento también fue arrestada por el incumplimiento de "las medidas que se deben adoptar (...) para evitar el ingreso de armas de fuego y municiones" a lugares públicos, según el funcionario. Kleiver Berríos, de 17 años, fue una de las víctimas mortales en el club social conocido como Los Cotorros, ubicado en la urbanización de El Paraíso.
"Se llevó, escondido, mi cédula de identidad (para entrar al local pese a ser menor de edad). Cosas de chamos, pero... Es terrible. ¿Cómo un muchacho, en una fiesta, va a tener una bomba lacrimógena?", dijo Luis, el padre del chico, en la morgue de Bello Monte, en el sur de Caracas.
A Kleiver le faltaba un año para graduarse de educación media y trabajaba junto a su padre en la carnicería de la familia.