Al menos 120 personas murieron en el doble atentado del domingo perpetrado por el Estado Islámico al sur de Damasco, según un nuevo balance de una ONG que convierte el ataque en el más sangriento desde el inicio de la guerra siria en 2011.
El EI reivindicó el doble atentado suicida cerca del santuario chiita de Sayeda Zeinab, a menos de 10 kilómetros de la capital siria. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, entre las víctimas mortales hay 90 civiles.
"Es uno de los balances más graves desde el principio del conflicto"
Un reportero de la AFP contabilizó en la zona al menos 60 comercios destruidos y gran cantidad de vehículos calcinados. Los atentados se produjeron a 400 metros del mausoleo de Sayeda Zeinab, de las nietas del profeta Mahoma veneradas por los chiitas.
Unas horas antes, un doble atentado de EI con coches-bomba en un barrio alauita de Homs dejó 59 muertos y decenas de heridos, la mayoría civiles, según el OSDH.
Los alauitas son una comunidad surgida del chiismo a la que pertenece el presidente sirio Bashar Al Asad.
Según el director del OSDH, EI ha querido mandar un doble mensaje. "Primero para mostrar a la comunidad internacional que siguen teniendo fuerza a pesar de los bombardeos", explicó. Y aprovechando el debilitamiento de los rebeldes ante el ejército en el norte de Siria, "mostrar que son los únicos capaces de golpear al régimen en sus bastiones, a los chiitas y a los alauitas".
Siria es un país de mayoría sunita pero el poder desde hace más de medio siglo está en manos del clan alauita de los Asad.
En la estratégica provincia norteña de Alepo, al menos 50 yihadistas de EI murieron en combates con el ejército sirio que avanza en el este de la región, y en bombardeos rusos, según el OSDH.
Acuerdo provisional
La situación muy compleja en el terreno dificulta la instauración de una tregua aceptada por el conjunto de los protagonistas, pese a los esfuerzos de la ONU y Estados Unidos.
Kerry anunció en Ammán que habló de nuevo con su homólogo ruso Serguei Lavrov. "Llegamos a un acuerdo provisional en principio sobre los términos de un cese de las hostilidades, que podría entrar en vigor en los próximos días", dijo.
"Todavía no está cerrado y preveo que el presidente (Barack) Obama y el presidente (Vladimir) Putin se puedan hablar los próximos días para intentar concluir este trabajo", añadió.
"Dos conversaciones telefónicas suplementarias tuvieron lugar entre Lavrov y Kerry la noche del 21 de febrero. En esas conversaciones se finalizaron los parámetros del alto el fuego en Siria, presentados a los presidentes Obama y Putin", indicó el Ministerio ruso de Exteriores en un comunicado.
Una tregua que debía entrar en vigor el viernes pasado en virtud de un acuerdo internacional apadrinado por Moscú y Washington ha sido ignorado completamente.
El régimen considera difícil su aplicación, la oposición plantea condiciones casi irrealizables y los grupos yihadistas están fuera de control.