Alrededor de 85 millones de personas fueron afectadas el fin de semana por la histórica tormenta Jonás, la primera del año que se abatió sobre la costa Este de los Estados Unidos.
Los acontecimientos más graves producidos por el vendaval fueron 9 personas fallecidas a raíz de accidentes de tránsito en relación con el mal estado de las carreteras. Seis de los casos fatales ocurrieron en Carolina del Norte, uno en Virginia, uno más en Kentucky y 2 en Tennessee.
La mayoría de incidentes tuvieron lugar cuando los conductores perdieron el control de sus vehículos a causa del hielo en el pavimento y el fuerte viento y se estrellaron.
También 2 hombres perdieron la vida en la región de Washington al sufrir un ataque al corazón mientras limpiaban la nieve en los contornos de sus viviendas.
La afectación alcanza a una cuarta parte de la población del país, y podría causar daños por más de 1.000 millones de dólares, según funcionarios del servicio meteorológico nacional.
En tanto, más de 160.000 usuarios se quedaron sin energía eléctrica, según diversas empresas del ramo.
Más de 9.200 vuelos fueron cancelados desde el viernes hasta hoy, de acuerdo con FlightAware.com. De ellos, 4.569 vuelos fueron suspendidos definitivamente.
El aeropuerto Ronald Reagan, el más cercano a Washington aunque situado en Virginia, amaneció ayer con 35 centímetros de nieve y en la base aérea de Langley (Virginia) se han alcanzado vientos de 120 kilómetros por hora.
Asimismo, varias personas quedaron atrapadas durante un máximo de 12 horas en un tramo de la Interestatal 75 en Kentucky, dijeron las autoridades.
Once Estados emitieron declaratorias de emergencia: Georgia, Tennessee, Pensilvania, Maryland, Kentucky, Carolina del Norte, Nueva Jersey, Nueva York, Delaware, Virginia y Virginia Occidental. En tanto la capital, Washington, dispuso una "emergencia por nieve".
La tormenta podría descargar hasta un metro de nieve a través de la región, con vientos de 81 a 97 kilómetros por hora.
Sin electricidad
Además, 114.000 hogares se quedaron sin suministro eléctrico en Carolina del Norte, informó la compañía Duke Energy. Los cortes en el servicio también se extendieron a Estados vecinos como Carolina del Sur, Kentucky, Tennessee, Virginia y Virginia Occidental.
Está previsto que la tormenta Jonás, la primera de esta virulencia en lo que va del invierno, tenga una duración de al menos 36 horas y deje espesores de hasta 76 centímetros de nieve.
Washington D.C. está en el centro de la tormenta, que mantiene en máxima alerta a 29 millones de personas. En algunos puntos de la urbe la acumulación ya registraba 35,5 centímetros -superando los 45 cm en algunas zonas-, a menos de 24 horas del comienzo del fenómeno.
Si los pronósticos aciertan, Washington podría superar el récord histórico de acumulación de nieve, fijado en enero de 1922, cuando se registraron 71 centímetros de grosor.
"Estamos hablando de una nieve húmeda y pesada, y de vientos muy potentes que pueden hacer caer árboles y provocar cortes eléctricos a gran escala", explicó en rueda de prensa la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.
Bowser advirtió que se trata de una tormenta 'de vida o muerte' y pidió a los ciudadanos que se abastezcan de todo lo necesario para pasar al menos 48 horas sin salir de sus casas (stay home, quédense en casa).
El metro de la capital permanecerá cerrado el fin de semana; los autobuses dejaron de operar a mediodía del viernes y, pese a los esfuerzos de las máquinas quitanieves, las calles de la ciudad están casi intransitables.
A Nueva York la tormenta llegó antes de lo esperado, ya que no se preveía su arribo hasta primera hora de la víspera, pero durante la noche del viernes empezó a nevar en la Gran Manzana.
El alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, decretó el estado de emergencia por el temporal de invierno y dispuso las medidas de contingencia.