Vestido para ser héroe, Facundo Aguilera terminó villano de la tarde-noche en el Este provincial a partir de la enorme volada de Leo Márquez, quien fue hacia su palo derecho tras ese disparo desde los doce pasos, cuando el reloj consumía los últimos segundos de esos 55' que se jugaron por la lesión de González.
El 0-0 fue inamovible y los dos debieron conformarse con un reparto de puntos que a esta altura del certamen los tiene pendientes de la remontada de Jorge Newbery, de Villa Mercedes.
El capítulo inicial pareció surgido de la mente maestra de Sthepen King: ¡fue un espanto! La escasa contribución de los protagonistas para con el espectáculo hizo que pusieran la pelota en órbita cada vez que se presentaba la chance. ¡Pum! Y todos a correr mirando hacia arriba.
Ese no jugar por nada, aun cuando Montecaseros mira la tabla de abajo, irritó los ojos de los pocos hinchas presentes. Indudablemente lo pensado por los técnicos durante la semana esta vez no tuvo nada que ver.
Para el complemento al menos le dieron dinámica al juego y aparecieron algunos espacios. Tampoco es que mostraron un fútbol más estético, pero al menos la pelota pasó más tiempo rodando por el césped. Y cuando parecía que se lo llevaba el Lobo (injustamente), llegaron las manos de Márquez para ahogar el remate de Aguilera.
Lucas González asustó a todos
Transcurrían 42' del complemento cuando Lucas González fue a disputar un balón con Rodrigo Acosta y cayó desplomado. Aunque en un principio no pareció grave, la inmovilidad del delantero en el piso provocó la inmediata reacción de quienes estaban cerca.
Los médicos que lo atendieron, comprobaron que tenía traumatismo cervical con pérdida de conocimiento, producto de un “pelotazo en la cara” dijeron.
Una vez finalizado el encuentro, González, visiblemente conmovido por el golpe pero con el conocimiento recuperado, seguía esperando a la ambulancia. Una vergüenza.