Otra vez fue el chico de la tapa. Otra vez fue el protagonista principal de la película. Otra vez apareció con goles en un partido decisivo. Otra vez Cristiano Ronaldo se lleva todos los flashes, levanta la Copa y pone al mundo futbolero a sus pies.
La final fue de CR7 de principio a fin. El partido se estaba acomodando y Cristiano Ronaldo casi no había tenido participación. Pero en la primera que tuvo armó un golazo. A los 19 minutos de una final que hasta ahí había tenido dominio de la Juventus, el portugués encaró por derecha en velocidad e invitó a Carvajal a tirar una pared. El lateral derecho fue su mejor socio: desbordó pero pero no tiró el centro al corazón del área. Pensó y tocó atrás para que CR7 quedara con el arco de frente. Y fue letal.
Desde 1962 que un jugador no hacía dos goles en la final de la Champions, como lo hizo Cristiano Ronaldo. En aquel año quien lo hizo fue Eusebio.
La otra perla del portugués llegó en el segundo tiempo. Y fue el inicio de un tramo arrollador del Real Madrid que logró borrar al Real Madrid de la cancha. A los 19 minutos y tras un centro desde la derecha de Luka Modric, Cristiano apareció en el corazón del área y no perdonó a Buffón para el 3-1.
De yapa con sus dos gritos llegó a 12 en esta edición de la Champions y superó a Lionel Messi (10) para terminar en lo más alto de la tabla de artilleros.
Además, el atacante portugués extiende una racha fenomenal ante la Juve, equipo al que le convirtió en todos los partidos que lo tuvo enfrente: ahora son siete goles en cinco enfrentamientos. Y un dato extra para dimensionar la enorme trascendencia del portugués: logró marcar en tres finales de Champions.
Ya había dejado su huella en 2008 con la camiseta de Manchester United en el triunfo contra Chelsea, en un duelo de equipos ingleses y también había convertido en el triunfo 4-1 de Real Madrid frente al Atlético de Madrid de Diego Simeone en 2014.