El Deportivo Maipú llegó hasta el estadio del Bicentenario con la misión de levantar su rendimiento, pero se encontró con una ajustada derrota 3-2 y sigue como colero de la zona.
El Cruzado necesitaba cambiar la imagen que había dejado en el clásico con Gutiérrez, pero los dirigidos por Juan Carlos Bermegui no cambiaron el chip y se trajeron una derrota que duele.
Si bien el partido estuvo desnaturalizado desde el arranque por un fuerte viento Zonda que azotó a la vecina provincia, Maipú nunca encontró los caminos.
Pero todo había arrancado color de rosa, ya que Genaro Vuanello puso en ventaja a los mendocinos, pero antes del final del primer tiempo el árbitro cobró un dudoso penal que Leonel Natalicchio cambió por gol.
En el segundo tiempo, cuando el Botellero quería controlar un poco el ritmo del partido llegó el golazo de Guajardo que dejó nocaut al Cruzado. Para colmo, Lucas Masoero perdió la cordura y vio la roja por una infracción evitable.
Tras ese golpe los sanjuaninos casi definieron el partido, ya que Emiliano Terzagui decretó el tercer tanto, algo que parecía definitorio. Pero a este equipo le salió el amor propio y descontó en los pies de Federico Almerares, quien debutó en la red del torneo.
En el final, y con un hombre menos, Maipú fue en busca del empate pero el árbitro volvió a cobrar otro penal a favor de Unión, pero esta vez Vistarop le dijo que no a García y así mantuvo con esperanza al Botellero.
Sobre el final Bermegui mandó todo lo que tenía a la cancha para buscar la igualdad, pero lo que faltaban eran ideas y así no llegó el ansiado empate.
En este arranque Maipú cosechó apenas 2 puntos sobre 12 que disputó y la tormenta todavía no se va de la cabeza del Botellero.