En la vida hay que aprender de los errores... y en el fútbol sobre todo.
Está claro que los jugadores cuando llegan a primera división hay una enseñanza previa desde las divisiones inferiores: como pegarle a la pelota, como usar el cuerpo para cubrir el balón y cómo marcar en las pelotas paradas.
Los manuales dicen que en los tiros libres hay que tratar de contener al rival, pero sin agarrarlo ya sea del cuerpo o de la camiseta... y si lo hacen tienen que tratar que el árbitro no los vea.
Bueno ayer la defensa del Deportivo Maipú hicieron casi todo bien, salvo el último punto. Es que Marcos Benítez no sólo que agarró a Ricardo Bernay dentro del área y frente al árbitro, sino que le rompió la camiseta.
Gracias a esa jugada el Deportivo Maipú resignó el triunfo en su primer partido de local de esta nueva temporada.
El partido se había abierto gracias al gol de Gonzalo Parisi, tras un linda jugada entre “La Joya” Jofré y Agustín Roques.
El primer tiempo un verdadero bodrio
El partido arrancó son dos equipos que planteaban cosas distintas.
Mientras el Cruzado pregonó un juego vertical, con poca tenencia del balón, tratando de abrir la cancha y aprovechar su potencial en ataque.
Por el otro lado, el Unión de Raúl Antuña llegó a Mendoza con un clarísimo 4-4-1-1 con dos volantes “llegadores” y un cerebro que administraba los ataques: el Luto Molina.
Tanto se estudiaron y se respetaron que la primera mitad fue un bodrio, un bostezo con apenas tres situaciones que no fueron tan claras, pero que sirvieron para levantaron a la gente de los asientos.
Segundo tiempo cambió por completo
Desde que salieron los jugadores a disputar el segundo tiempo se notaron aires de cambio, ya que ingresó Cristian Jofré por un inexpresivo Sanfilippo.
“La Joya”, que se había quedado sin poder entrar en el debut ante Gutiérrez por las lesiones de Lucas Parisi y Judelín Aveska, entró con todas las luces y en dos jugadas confirmó lo que había dicho Carlos Sperdutti al término del clásico. “Tener jugadores como Coria y Jofré en el banco, y no poder usarlos, en un pecado, ya que podían cambiar el partido”. Y así fue.
Este atorrante se despegó de la banda cada vez que pudo y se juntó para generar juego con Amaya o el pelado Gómez.
En una jugada suya habilitó a Agustín Roques, quien apareció por sorpresa, y habilitó al “Toro” Parisi para que festeje su primer gol en la vuelta al Cruzado.
El partido parecía cerrado e inconscientemente el equipo comenzó a meterse atrás, mientras que Unión se acordó que vino a Mendoza a jugar un partido y por eso comenzó a apretar mal Cruzado en los minutos finales.
Montaña salvó el empate en la línea, luego de una floja salida de Gonzalo Gómez. Pero en esa jugada ya comenzaron los agarrones entre Benítez y Bernay frente al árbitro, quien ya los había advertido.
Cuando el partido se Moría llegó el infantil agarrón del central mendocino al central sanjuanino, que Michael García cambió por gol.
Enojos e insultos al aire en el final del partido de parte de los jugadores botelleros, pero frente a los periodistas coincidieron que no jugaron bien y que tienen que mejorar.
Se viene Gimnasia en un partido que será vital para tratar de recuperar los dos puntos que se le escaparon y tratar de dejar de lado este (a)garrón.