"Agradezco a mi familia grande de Corralitos. El fiscal va a explicarles", dijo ayer Rolando Garrido (52), tras declarar ante el fiscal Juan Ticheli, y luego salió corriendo, huyendo de los periodistas que lo siguieron varios metros, sin poderle sacar la verdad sobre su desaparición: el cobrador se gastó o perdió el dinero que recaudaba y no tuvo mejor idea que irse de la provincia. No hubo secuestro alguno, ni ningún tipo de delito.
"Dijo que experimentó temor, zozobra porque tenía un problema de rendición: no le cerraban los números y por eso se fue de la provincia", dijo ayer Ticheli, dando casi por cerrada una larga y costosa investigación.
Mientras corría sin rumbo, Garrido dejó dos mensajes: el agradecimiento a familiares y amigos, a los cuales mantuvo engañado durante 4 meses y otro para sus empleadores y también acreedores: "me mantuve con dinero mío".
Algunos allegados del cobrador hablaron de que el hombre debía haber rendido unos 20.000 pesos pero esta cifra no fue confirmada por la Justicia.
Lo que dijo el cobrador
Tras escuchar durante dos horas la declaración de desaparecido, Ticheli ordenó que Garrido se someta a un examen psiquiátrico para poder cerrar el caso. Si la pericia establece que el hombre no padece ninguna alteración psicológica, el expediente por paradero se cerrará. En caso de estar frente a un enfermo mental, será derivado a la justicia de familia para que sea asistido.
Ayer cerca de las 9, Garrido se presentó en la fiscalía de Guaymallén y allí, durante un par de horas, sostuvo que se fue de Mendoza, viajando por algunas provincias hasta llegar a Salta, donde fue encontrado "de forma casual" por unos conocidos.
Durante el periplo, subsistió con el dinero que obtuvo por la venta de su moto.
No habría mantenido comunicación con amigos y familiares, aunque sí se comunicó con una persona a través de una red social "pero ocultando su verdadera identidad".
Desde el 31 de marzo pasado, Ticheli investigó la desaparición de Garrido, luego de que sus familiares denunciaran su misteriosa ausencia. Es por ello que no existe ninguna denuncia en contra del cobrador. Y si alguien lo denunciara "por el faltante", su declaración no podría usarse en su contra, tal como lo establece la ley.
Garrido tampoco deberá hacer frente a los gastos que ocasionó su búsqueda -muchas horas hombres y un material escaso y caro como son las intervenciones telefónicas.
La fiscalía de Guaymallén va a solicitar que la Administración General del Poder Judicial determine los gastos que produjo la investigación y luego la Secretaría Legal y Técnica del Poder Judicial determinará quién deberá afrontar los gastos. En todo caso no será Garrido, ya que nos existe ningún tipo de "costas" en su contra.
"Él puede desaparecer sin dar explicaciones pero podría haber avisado a la fiscalía, sobre todo porque se hicieron intervenciones telefónicas que son muy costosas", explicaron desde la Justicia.
Para dar con Garrido, se había lanzado un pedido de alerta nacional a las fuerzas armadas. Además, el Ministerio de Seguridad había ofrecido 20 mil pesos de recompensa para quien aportara datos.
De La Primavera a Orán en 114 días
El 31 de marzo de este año, Rolando Garrido (52) salió de su casa de La Primavera (Guaymallén) en su moto Zanella 110 cc para hacer lo que hacía desde hace cinco años: cobranzas de distintas instituciones y hospitales.
A las 15 de ese día atendió por última vez su celular. Desde entonces nada se supo de este hombre, que vivía con su hermana Norma y la familia de ella y al que no se le conocen malos hábitos.
Ese mismo 31 de marzo a la noche, un familiar denunció su desaparición después de recorrer comisarías, hospitales y hasta morgues.
Su búsqueda movilizó a los habitantes de La Primavera, donde vive Garrido junto con su hermana. Incluso hubo movilizaciones a las que asistieron unas 200 personas, entre allegados y vecinos de la familia.
El jueves pasado fue encontrado "accidentalmente" por unos amigos, en Orán, Salta. Se habló de una presunta amnesia, algo sobre lo cual el cobrador no dijo nada al declarar.