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hace 3 horas
Una nueva gala del Súper Bailado al ritmo de "Grandes éxitos del Rock Nacional" se vivió en la noche del jueves en ShowMatch. La presentación de Sofía Morando y Nico Merlín en la pista trajo como consecuencia el encuentro entre Laura Fidalgo y "La Faraona".
Es que antes de que la instagramer bailara al ritmo de "Sólo quiero rock and roll", de Patricia Sosa, la jurado del BAR y el personaje interpretado por Martín Cirio tuvieron un encuentro cara a cara después del tenso cruce que protagonizaron en las redes y diferentes programas.
El personajes de las redes llegó a acompañar a su amiga y para tener su careo con su rival. Todo empezó hace un par de galas cuando la bailarina dijo que no conocía a La Faraona. Luego de que Marcelo Tinelli le mostrara el trabajo que hace Cirio, Fidalgo argumentó que ella no entiende el humor que propone.
Esta respuesta desató el odio y la creatividad del humorista, que le dedicó una serie de posteos en los que se burlaba despectivamente de la jurado.
En la noche del jueves, la presencia del instagramer en el estudio dio lugar a un contrapunto, que terminó con intento de paz entre ambos y con un particular regalo por parte del comediante.
"Te amo, sos una gran bailarina, pero no tenés mucho humor", lanzó La Faraona. Entonces, Laura le contestó: "Yo tengo humor, pero depende de qué tipo. No lo conocía. Conocí todas las cosas que dice, el bullying que le hace a la gente", dando lugar a un picante intercambio.
"¡Me odia! ¡¿Qué dice, señora?!", dijo Cirio, con una de sus frases más populares.
Sin dejar de lado las formas, Fidalgo indicó: "Acá tengo que mantener la seriedad. Pero fuera de acá, podemos hablar y te vas a enterar cosas de mí que te van a sorprender".
Todo terminó con un intento de hacer la paces entre ambos con un regalo por parte de La Faraona que rozó lo desagradable: "Yo traje un regalo para Laura, que se lo quiero dar. Es un momento emotivo. ¿Puedo pedir el pianito y los violines? Te traje un enema", dijo el hombre mientras sacaba el objeto de su riñonera.
Sorprendida, pero lejos de tomárselo de mal modo, ella le siguió la corriente y le preguntó para qué servía el regalo.
Finalmente, ambos posaron sonrientes con el extraño presente y sellaron todo con un beso que parece indicar el inicio de la tregua.
