El presidente Mauricio Macri puso en marcha el complejo plan para negociar con los gobernadores opositores la drástica reducción del déficit fiscal, que demandará un mayor compromiso de las provincias para efectuar el ajuste de alrededor de 300.000 millones de pesos hacia 2019.
Según supo este diario, desde la Casa Rosada ya convocaron a varios mandatarios provinciales para la próxima semana. El objetivo primordial es comprometerlos con la aprobación del Presupuesto 2019, cuyo objetivo central será bajar el déficit fiscal primario al 1,3 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), tal como se acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"La convocatoria puede ser en grupos o bilateral, con los gobernadores o con los ministros de Economía provinciales", anticiparon desde el gobierno nacional a este diario. Las gestiones quedaron en manos del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y de los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y del Interior, Rogelio Frigerio.
La estrategia primero se sondeó con los propios. Hubo reuniones con Horacio Rodríguez Larreta (Capital Federal), con María Eugenia Vidal (Buenos Aires) y con los tres gobernadores radicales Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes).
La misión demandará un esfuerzo aún mayor al previsto, tal como se lo anticipó esta semana Macri a sus ministros y también a los mandatarios provinciales aliados. El ajuste no será de 220.000 millones de pesos sino cercano a los 300.000 millones.
Dujovne se encargó de transmitirles los nuevos cálculos sobre el recorte a los ministros de Economía de Corrientes, de Jujuy, de Mendoza, de Buenos Aires y de la Capital Federal. Los números se acompañaron con un pedido para afrontar gran parte de ese ahorro y la novedad fue recibida con reparos incluso por los aliados de Macri.
En la cúpula del gobierno de Cambiemos barajan tres hipótesis para afrontar el nuevo escenario. La primera, y la más optimista, es conseguir un acuerdo general con las provincias que permita conseguir los votos para finalmente avalar el próximo Presupuesto en el Congreso.
En el caso de que falle la negociación política con los gobernadores más duros, la segunda alternativa será confiar en la contención de los aliados para dar la pelea legislativa. Y, si todo eso fallara, la última carta de Macri será reconducir el Presupuesto 2018, aunque en el oficialismo aclaran que esta última opción es la más lejana.
De cara a discutir con los gobernadores opositores, algunos de los operadores de Cambiemos salieron a tratar de relativizar los esfuerzos que deberán afrontar las provincias.
"La cifra no está cerrada en 300 mil millones. Es el 1,3 por ciento del PIB, entre 250 mil y 300 mil, pero el primer borrador recién está en elaboración", sostienen en el Ejecutivo.
En el oficialismo también hay quienes aseguran que las provincias no deberán hacerse cargo de la mitad de ese recorte, tal como se informó esta semana, sino que se busca que el esfuerzo se divida en tres tercios.
"Un tercio representa el recorte del gasto nacional, otro sería el recorte de gasto provincial, en especial de transferencias automáticas, y el tercer tercio se cubriría con la suba de recaudación por la inflación y por los mayores ingresos que generará la cosecha", detallaron.
Aunque habrá un piso general para negociar los números con los gobernadores, en Cambiemos también contemplarán los diferentes contextos de cada administración: "Habrá gobernadores que prefieran perder una obra y otros que opten por asumir el incentivo docente con recursos propios. Es un menú muy amplio el que se puede poner en discusión", apuestan.