Productores de ajo en Mendoza reclaman por el pago de un "derecho a la exportación a medida". Aseguran que se les ha considerado una actividad primaria, desestimando que se trata de un producto que, además de la siembra y la cosecha, lleva un proceso que incluye secado, corte, pelado y empaque. Por esto, el sector, nucleado en Asocam, cámara que representa los intereses de productores, empacadores y exportadores de ajo solicitó pagar por el componente exportado que representa los costos del producto y no del resto de la actividad.
Al respecto, Ariel Zuccarelli, presidente de la cámara y a su vez, productor, empacador y exportador de ajo, explicó que el impuesto que los obliga a pagar $ 4 por cada dólar exportado es "distorsivo e injusto". "Por cada caja de u$s 14, u$s 6 corresponden a ajo y u$s 8 a costos de empaque, entonces nuestra propuesta es pagar sobre el ajo", señaló.
El productor explicó que el impuesto se paga antes de que se cobre el dólar exportado, y que de no producirse un cambio van a haber mermas importantes en la temporada de siembra (que comienza en estos días), y por lo tanto en la próxima cosecha se producirá una caída generalizada de la actividad, con las consecuentes pérdidas laborales.
Desde la Asociación aseguran que la realidad del sector es crítica, ya que no pueden proyectarse hacia el crecimiento al que tiende el mundo (con una curva del 35% ascendente) por el constante cambio en las reglas del juego entre la temporada de siembra y la de cosecha. "Se habla de matriz productiva y de diversificación, pero no podemos hacerlo porque no hay políticas que acompañen al sector. Comenzamos con reintegros y terminamos con retenciones que significan el 12% de lo exportado y con quitas de reintegros", destacó Miguel Di Lorenzo prosecretario de la entidad.
"Estamos al mismo nivel que la soja, cuando es una producción con mayor valor agregado, y la que más mano de obra genera por hectárea cultivada: entre 140 y 120 jornaleros, y 220 si se considera también el empaque, contra los 90 jornaleros por hectárea que emplean en promedio otras actividades", comentó.
El empresario indicó que están dispuestos a "acompañar la crisis, pero con el tratamiento adecuado" y señaló que aumentando las cargas en el sector se logra un aumento de la competencia desleal que les complica aún más el panorama. "Cuando pasan estas cosas nacen los que intentan evadir los pagos, y resulta aún más injusto para quienes queremos hacer las cosas bien", dijo.
Además contó que en el año 2011 el sector contaba con 16.000 hectáreas cultivadas, y a la fecha hay alrededor de 11.000 señaló Dilorenzo y dijo que se espera que en esta temporada se siembre la mitad, si no obtienen una respuesta pronta. "Pagamos sobre cargas sociales", señaló, haciendo referencia a su vez al llamado "derecho a la exportación".
En los próximos días, el sector debía invertir 3.000 millones de pesos en la siembra, pero con las cargas nacionales y tres años de "precios a la baja" a nivel internacional, aseguran que ese número va a reducirse considerablemente, por lo que podrían perderse más de un millón de puestos de trabajo.
A su vez, Martín Calfiore, productor y miembro de la entidad señaló que el aumento en el tipo de cambio no sirvió en gran medida para aumentar sus ganancias, ya que la temporada de cosecha y exportación comienza en noviembre y llega hasta poco más allá de febrero, cuando comienza la temporada de siembra, por lo que la primera devaluación los "agarró en el final".
Pedido al gobierno provincial
El sector ha mantenido diversas reuniones con funcionarios nacionales, y provinciales para exponer su situación, en noviembre se reunieron con la vicegobernadora, Laura Montero, quien se encargó de que el reclamo llegara hasta el secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Etchevehere, quien les aseguró que su situación estaba entre las primeras que consideraban resolver, pero igualmente no han tenido una respuesta hasta la fecha.
El tiempo apremia, en breve deberán exportar y tendrán que depositar el 12% del dinero por ese derecho, por lo que decidieron que "es hora de que el mismo Gobernador tome cartas en el asunto".
"Cuando aumentaron las tarifas, que pasaron de ser el 3% de nuestros costos al 13%, le solicitamos al Gobernador una respuesta, él nos escuchó y llevó el pedido a Buenos Aires, pero se volvió con las manos vacías", comentó Zuccarelli.