El presidente Alberto Fernández anticipó que podría disponerse una cuarentena total si el avance del coronavirus ponía en riesgo a la población argentina. Si se cumplen las proyecciones de los especialistas sanitarios y el número de casos avanza significativamente desde la próxima semana se podría disponer el aislamiento para todo el territorio nacional.
La alternativa que estaría barajando la Casa Rosada, según le confirmaron fuentes gubernamentales a El Cronista, contemplaría detener gran parte de las actividades por el plazo de una semana a 10 días.
La intención es que la gente no salga de su casa y evitar así que se propague el virus.
No obstante, el mandatario mantendrá un encuentro con los gobernadores de todas las provincias este jueves, al que el gobernador Rodolfo Suárez asistiría de forma virtual, sin salir de la provincia, para evaluar en conjunto la alternativa y sus posibles alcances. Hasta el momento son cinco los distritos del país que dispusieron algún tipo de cuarentena, Mendoza (de manera parcial, con la suspensión de clases), Tierra del Fuego, Chaco, Santa Fe y Santiago del Estero.
"Estamos analizando la posibilidad de hacer un corte para darle la posibilidad a la gente de quedarse en su casa. Una serie de días y que durante este plazo todos se quedan en sus hogares”, explicó el mandatario nacional durante su anuncio del domingo pasado, junto con otras medidas como el cierre de fronteras y las suspensión de clases.
¿Qué implica?
Las farmacias, los supermercados y los puntos de venta de diarios y revistas, así como los negocios de primera necesidad, eran los únicos negocios abiertos la semana pasada cuando entró en vigor el decreto del gobierno italiano para tratar de hacer frente a la epidemia que ya se ha cobrado miles de vidas y por la que se cuentan ya 15.000 contagiados en ese país.
Así, siguiendo el ejemplo italiano, ciertos sectores no cesan, como los sanatorios y hospitales, farmacias, supermercados, bancos y estaciones de servicios y medios de comunicación.
En tanto que plazas, museos, teatros, cines y grandes centros comerciales sí deben cerrar sus puertas. La intención es lograr que la gente salga de sus casas si no resulta estrictamente necesario, pero al mismo tiempo evitar el desabastecimiento, y por lo tanto el transporte de cargas se exime de la prohibición y se solicita a los choferes que extremen las medidas de precaución, no permanezcan en lugares concurridos y respeten la distancia social.
Además, todas las empresas que tengan la posibilidad de facilitarle a sus empleados los medios para el "teletrabajo" o trabajo a distancia, deberán hacerlo.
Los mayores de 60 años deben quedarse en sus casas, tanto como las personas inmunodeprimidas, o aquellos que tengan enfermedades crónicas.
Por otro lado, se le solicita a toda la población que ante síntomas llamen al médico, pero no asistan a los hospitales para no ser víctimas de un virus intrahospitalario, y para que no saturen el sistema de salud. Así, no se debería asistir a los nosocomios si se puede evitar, y todas las consultas de rutina tendrán que esperar hasta que la crisis pase.
En tanto que las fronteras terrestres se cerrarán (a excepción de su uso para el transporte a escala de combustible y alimentos, es decir para los transportistas), por lo que no tendría sentido cargar tanques de combustible, ya que se impediría, por precaución el tránsito por el país, y quienes lleguen a Mendoza de otras provincias deberán guardar cuarentena (14 días) obligatoria.