Después de un año de no pisar la provincia, Walas llegó a Mendoza. Massacre regresa con una propuesta nunca antes oída: dos recitales, uno de Massacre y su último disco, y el siguiente de covers, con un repertorio que incluye las bandas más influyentes de su carrera.
Hablan aquí del pasado de vinilos, de su etapa underground, del presente de giras y éxitos, y del futuro. Es decir, la gestación de su nuevo disco. "Estamos en cosas más oscuras, más profundas, con más introspectiva". Usando el aire mendocino para despejarse, Walas nos guía por estas tres temporalidades que marcan el andar de Massacre.
-Con más de dos décadas de vida ¿cuál es el secreto de tantos años de Massacre?
-Si tocamos en el escenario desde los ochenta y seguimos haciéndolo es porque tenemos mucha vocación, y porque hemos trascendido mil obstáculos, superado situaciones... Somos a prueba de balas. Ahora se nos conoce, pero durante veinte años fuimos patrimonio de poca gente. Crecimos en el underground, pero eso nos dio la etiqueta de banda de culto que a su vez nos otorga una muy buena reputación. Nuestros últimos dos discos fueron los que han tenido más éxito a nivel masivo.
-¿Qué fue lo que los catapultó?
-Fue una serie de factores que se fueron dando. En primer lugar, los Catupecu hicieron un cover nuestro; interpretaron el tema “Plan B”, justo ese año tres bandas hicieron covers de nuestras canciones, Catupecu Machu, Tormento y Carajo. Ahí se empezaron a interesar en nosotros, y fue el primer factor.
Después sacamos un disco que impactó en la prensa, que se llama “12 nuevas patologías”, una especie de tratado psicológico. El tercer factor fue cuando salió nuestro disco “El Mamut” producido por Juanchi Baleirón, ahí ya entramos en la cancha, en primera. A partir de 2007, cuando sacamos este disco empezamos a hacer todas las cosas que son sinónimos de éxito, como tocar en el Obras, en el Luna Park, en el Gran Rex.
-En una entrevista anterior te preguntaban por la forma de crear que tenía Massacre, a diferencia de la 'receta' de lo seguro, dijiste que usaban el método del 'lienzo vacío', partiendo de la nada. ¿Cómo está el lienzo de Massacre ahora?
-Ahora estamos empezando a trazar líneas en el lienzo porque estamos empezando con el proceso de creación de un nuevo disco. Estamos metidos en una cosa así como de claustro, todos los días metidos en nuestro estudio y sala de grabación. Por eso le agradezco a Mendoza el habernos sacado a tomar un poco de aire.
-¿Hay nuevos géneros y temáticas?
-En este nuevo disco ya nos vemos distintos, yo ya me veo distinto. Con lo poco que tenemos, te puedo decir que están saliendo cosas demasiado de adulto, le digo a mis compañeros ‘Esto dejémoslo para el futuro boludiemos un poco más’. Estamos en cosas más oscuras, más profundas, con más introspectiva. Acompañando este cambio tremendo que se viene.
-¿Esta noche qué se viene?
-Tocamos justo el año pasado acá y estuvo sensacional. Y ahora lo repetimos, volvemos a celebrar pero por partida doble. No por eso va a ser el mismo show. Vamos a hacer dos cosas distintas, hoy un show de Massacre y mañana uno de covers, en honor a un ritual anual que hacíamos en Buenos Aires; pero no sé porque lo interrumpimos. Este año decidimos revivirlo y dijimos ¿por qué no en Mendoza? Covers de nuestras influencias de toda la vida: REM, The Cure, Nirvana, The Ramones, Pink Floyd, Cerati, Luis Alberto Spinetta, Sumo y un bloque de psicodélico.
-¿Y tus expectativas?
-Me encanta venir acá, encontrarme de frente con eso tan imponente que es la cordillera, me encanta caer en la dimensión de estar más cerca del pacífico que del atlántico y conectarme con todo lo espiritual, lo metafísico, lo existencial.