Pablo Aimar trabajó por primera vez junto al plantel de River luego de la operación de tobillo a la que fue sometido el 11 de febrero, con el objetivo de volver a calzarse la camiseta del club millonario.
Si bien solamente se movió en forma diferenciada, con trabajos de kinesiología, la presencia del enganche cordobés, de 35 años, en el estadio Monumental no resultó un dato menor y es otro motivo de satisfacción para el DT Gallardo, que sigue recuperando soldados para los próximos encuentros.
“Es fundamental no decaer y seguir intentándolo hasta las últimas consecuencias. Por eso me operé por tercera vez. Quiero darme el gusto de jugar otra vez acá”, señaló Aimar. “Tengo una familia que no me deja caer”, prosiguió su relato el Payaso.
“Tengo una familia que no me deja caer -repitió otra vez-. Tengo cuatro hijos y mi mujer que me acompañan a todos lados. Son el sostén”, agregó.
Aimar, quien jugó por última vez hace casi un año en Johor Darul Takzim de Malasia, presentaba una entesopatía aquiliana que le causaba severos dolores en su tobillo derecho y no le permitía retomar la actividad profesional.
La lesión apareció luego de otra intervención quirúrgica en un sobrehueso de ese mismo pie, en junio del año pasado, la cual le impidió desarrollar con normalidad la última pretemporada que realizó el equipo conducido por Marcelo Gallardo. De hecho intentó hacer trabajos físicos juntos a sus compañeros, pero finalmente decidió operarse otra vez.