"Propuesta para el cargo en 1984 por el entonces gobernador radical Santiago Felipe Llaver, Aída Kemelmajer se convirtió no sólo en la primera ministra de la Corte, sino que también fue la primera integrante de la comunidad judía dentro del cuerpo y también una de las más jóvenes de la época", comentaba la crónica que anticipaba la jubilación de la reconocida jurista y su retiro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza luego de 26 años (en 2010).
Kemelmajer de Carlucci, que se define como "una apasionada del Derecho", llegó a ese cargo cuando tenía 38 años. "Me llamó el doctor Llaver, quien había sido mi profesor en el colegio secundario. Fue un desafío muy grande para mí, porque fui la primera mujer en la Corte, la más joven y la primera de origen judío".
Entre el extenso currículum de esta mujer que fue abriendo caminos desde que entró a la facultad se destaca que ha dictado más de 1.100 conferencias y más de 450 cursos de posgrado en Argentina y en el extranjero.
Además de ocupar espacios en diferentes organismos, fue parte de la comisión de notables encargada de la reforma del Código Civil y Comercial de la Argentina. Esta inmensa tarea fue retribuida con homenajes que se suman a las distinciones de todo tipo que ha recibido a lo largo de su carrera. El año pasado, por ejemplo, recibió el Konex de brillante; mientras que en 2016 fue declarada por la Legislatura porteña como "Personalidad destacada de la Ciudad de Buenos Aires" por su aporte en la nueva etapa del derecho privado argentino.
Orgullosa con el reconocimiento, señaló: “Intentando dar con las razones por las cuales recibo este diploma, creo que pueden ser mis obsesiones, entre ellas la de luchar contra la mediocridad, la libertad de elección y porque se respete el tiempo de los demás”.