River le ganó 1-0 a San Lorenzo como visitante con gol de Carlos Sánchez, al igual que en la ida en el Monumental y así se quedó con la Recopa Sudamericana. Así, el equipo de Marcelo Gallardo se saca la bronca de los clásicos de verano y arranca el año con una sonrisa.
Por localía y por necesidad de revertir el 0-1 San Lorenzo salió a mostrar credenciales de arranque en la revancha. Pero al equipo de Marcelo Gallardo se lo notaba más atildado, prolijo en el manejo de la pelota, con Teo pivoteando y Pisculichi manejando los hilos.
Hasta que el Ciclón se soltó y en cinco minutos generó las dos chances más claras: a los 36, Barovero le sacó un derechazo imposible a Matías Caruzzo y luego llegó una trepada de Emanuel Mas por izquierda, el centro atrás para la aparición de Sebastián Blanco, que tocaba al arco vacío, ya con Barovero sin chances, pero la pelota rebotó en Rojas que cubría el arco. Fue una ráfaga de San Lorenzo.
En el segundo tiempo, otra vez el local salió decidido. Con las buenas apariciones de Sebastián Blanco que llegaba por sorpresa y con los ingresos de Matos ( para acompañar a Cauteruccio en el frente de ataque) y de Gonzalo Verón para darle profundidad. La mejor chance nuevamente fue para San Lorenzo con un zurdazo de Cauteruccio, que salió ancho.
Tanto fue el Ciclón, tanto lo perdonó, tanto atajó Barovero cada vez que tuvo que aparecer, que River terminó siendo letal en una de sus primeras aproximaciones. Llegó el desborde de Mora por derecha, el centro atrás para la llegada de Carlos Sánchez, y otra vez el uruguayo, como en la ida en el Monumental, alcanzó a darle de atropellada y la pelota se metió casi pidiendo permiso en el arco de Torrico.
Desde ese momento el partido se empezó a calentar. Ramiro Funes Mori se fue expulsado en River y Buffarini vio la roja en San Lorenzo. Pero el gol de Sánchez había roto el partido. El Ciclón no llegó más y los de Gallardo pudieron haber aumentado la cuenta con un tiro de Sánchez que sacó Torrico y un derechazo débil del Pity Martínez que también fue a parar a las manos del arquero.