La popularización del smartphone fue clave para permitir que ciertos servicios se masifiquen y expandan sus capacidades. Las redes sociales como Facebook, Twitter y Snapchat prácticamente no existirían si hubiesen quedado atrapadas en el navegador de la PC.
Netflix es otra de las plataformas que encontró un nuevo hogar en los dispositivos móviles, haciendo de su presencia en los teléfonos y tablets una verdadera ventaja: podemos ver nuestras series y películas preferidas a donde sea que vayamos.
Pero Netflix tiene una gran problemática. El servicio de streaming consume cantidades exorbitantes de datos, debido al tamaño del video que transmite cuando vemos un programa. Por suerte ahora podemos hacer que el consumo sea mucho menor, y que nuestra conexión ahorre mucho más tráfico. ¿Cómo se hace?