Si bien la figura legal del femicidio hace pensar en crímenes cometidos dentro de relaciones de pareja, el delito es más amplio y también incluye a las niñas: ayer la querellante Graciela Cola pidió que se juzgue el brutal asesinato de la pequeña Luciana Rodríguez (3) como un caso de femicidio: una muerte donde existió violencia de género, lo que podría dejar sentado -de sostenerse- un precedente importante.
Por su parte, la fiscal sumó a la alevosía la figura del ensañamiento. Las nuevas posiciones no cambian la pena, que sería prisión perpetua de ser hallados culpables los acusados.
La novedad se conoció ayer, durante el debate por homicidio al que son sometidos la madre de la nena, Rita Rodríguez (24), y el padrastro, Jorge Orellano (37).
Cuando todo hacía pensar que iban a comenzar los alegatos y la jornada iba a terminar con el pedido de penas o absoluciones, la fiscalía y la querella decidieron pedir un cambio de calificación del caso. Esto derivó, finalmente, en la suspensión de debate hasta el 25 de setiembre, día en que se volverá a abrir y volverán a declarar algunos testigos.
El juicio se había desarrollado con la acusación de homicidio agravado por alevosía (para el hombre) y homicidio agravado por el vínculo (para la mujer). Pues bien ayer, frente a las novedades registradas durante el debate, las fiscales Susana García y Daniela Chaler ampliaron la acusación, sumando al agravamiento de alevosía el de ensañamiento para ambos.
"La muerte fue por sufrimiento provocado de forma deliberada y excesiva. Rita conocía la situación (de violencia) y lo dejaba a su cuidado. Su obligación legal era cuidar a su hija", explicó García
Ensañamiento y alevosía
Por su parte, Cola, la abogada de la abuela de la niña, se plegó al pedido de la fiscalía, y le sumó la figura de femicidio (para Orellano) y le agregó al homicidio agravado por el vínculo, la participación primaria (como conducta omisiva).
Al fundamentar la posición, la abogada amplió el tiempo en que se cometió el crimen, sosteniendo que los maltratos comenzaron a mediados de diciembre de 2013, cuando el homicidio ocurrió el 7 de enero de 2014.
Esta ampliación temporal llevó a los defensores Silvina González (de Rita) y Mariano Tello (de Orellano) a pedir una suspensión del debate hasta el 25 de setiembre próximo para que los abogados reorganicen sus estrategias.
La jueza que preside el debate en la Séptima Cámara del Crimen, Belén Salido, aceptó el pedido y ese día seguirá el juicio.
