El Gobierno de la provincia sigue acomodando las cargas en la problematizada área de obras públicas a días de que se aprueben en la Legislatura un presupuesto y un endeudamiento 2014 que finalmente se acordaron tras siete meses de desencuentros. El Boletín Oficial reflejó ayer la ratificación de Francisco Pérez al Convenio Único de Colaboración y Transferencia firmado el 30 de abril pasado, mediante el cual la Nación se comprometió a enviar 'asistencia financiera' por casi $ 23 millones para la construcción de la primera etapa del Hospital de Luján.
Tal la convicción de que la semana entrante todo saldrá como se acordó con la UCR, que el convenio ratificado ayer establece un plazo de doce meses para la realización de la obra y una recepción de financiación acorde a la entrega previa de certificados de avance de los trabajos. Además, la Provincia manifestó expresamente “que no existen impedimentos de orden técnico, legal, administrativo o de cualquier otro tipo, que obstaculicen el normal inicio de la obra dentro de los sesenta días corridos a partir de la firma del convenio”. Y también se comprometió a que “transcurrido 60 días corridos sin que la Provincia hubiera presentado el acta de inicio … el convenio se considerará rescindido de pleno derecho sin requerimiento de notificación previa”. Es decir que el Gobierno provincial se comprometió a iniciar la obra antes de octubre, a riesgo de que se caiga el financiamiento, con las firmas del subsecretario de Obras de la Nación, Abel Fatala y del gobernador Pérez.
En tanto, también ayer, en la Casa de Gobierno, el subsecretario de Infraestructura Educativa, Hugo Quiroga, presidió la apertura del sobre de la firma Petersen, Thiele y Cruz, interesada en la construcción del nuevo edificio de la escuela 4-000 sin nombre, ubicada en la castigada zona de El Pozo, en el pedemonte de Godoy Cruz. La oferta de la constructora superó al presupuesto oficial de 10,7 millones de pesos.
Mientras tanto, en la cartera que encabeza el ministro Rolando Baldasso -ayer en Chile por el Ferrocarril Trasandino junto a su par de Transporte, Diego Martínez Palau- reconocen que en la marcha de la obra pública 2014 "habrá que hacer reprogramaciones" y admiten "entre un mes y un mes y medio de atraso en la marcha promedio de los trabajos públicos".
Quedaron incluidas en esta aseveración la tercera trocha del Acceso Sur, el túnel entre Cacheuta y Potrerillos y la licitación de obras provinciales en los municipios: aquí el listado abarca obras cloacales en Luján de Cuyo, la pavimentación de la avenida Mitre y el carril Ponce en Guaymallén, la remodelación de la avenida San Martín de Las Heras desde el zanjón Los Ciruelos hasta Roca, las nuevas obras de acceso al estadio Torito Rodríguez en San Martín, obras de pavimentación en Vista Flores y trabajos urbanos en Tupungato.
En declive
El ritmo de realización de la obra pública provincial -respecto a la proyectada- ha disminuido sensiblemente en lo que va de la gobernación de Francisco Pérez (2012 a 14), con relación a la marcha que traía cuando el propio Pérez era ministro de Infraestructura (2008 a 2011) bajo la gobernación de Celso Jaque. Para confirmarlo basta ver las cifras de ejecución consolidada de la administración central, organismos descentralizados y cuentas especiales de los últimos siete años.
A mayo de 2014 la concreción de obra pública apenas alcanza el 9% de lo proyectado (187 millones sobre 1981 millones). El año pasado llegó al 40 por ciento (688 millones de 1.686) y en 2012 al 45 por ciento (785 millones de 1.726). Los porcentajes permanecen muy por debajo de lo sucedido en los tres años anteriores y descienden a menos de la mitad.
En 2011 -año de la victoria electoral de Pérez y de su asunción como gobernador en diciembre- la ejecución presupuestaria en obras alcanzó el 100,3 por ciento, es decir que superó a la estimada en el presupuesto aprobado (1.106 millones contra 1.102). Un año antes, la realización efectiva fue del 80 por ciento (635 millones sobre 789); en 2009 (también año electoral legislativo) hubo una sobreejecución del 100,6 por ciento. O sea que no sólo se hizo todo lo proyectado en la pauta de ese año sino que se terminó de hacer algo más de lo pendiente del presupuesto del año anterior, con 441 millones sobre 438. En tanto en 2008 -el primer año de Jaque en la Gobernación y Pérez en el ministerio de Infraestructura- la ejecución no superó los niveles actuales: el 41 por ciento con 212 millones sobre 512. También hay que considerar lo que sucedió en 2007, el último año de la gobernación de Julio Cobos cuando Jaque le ganó la elección al candidato del cobismo, César Biffi. Aquí se produjo la mayor de las sobreejecuciones de obra pública: el 113 por ciento, con 363 millones invertidos contra una previsión de 319 millones.
Urnas y trabajos públicos
Un dato clave a tener en cuenta es que en tres de los últimos cuatro años electorales hubo sobreejecución de obra pública en la provincia (a excepción de 2013) y en todos los años no electorales se cayó en subejecución. También hay que considerar que la construcción por exceso o por defecto de trabajos públicos no ha definido los comicios. En 2007 le fue mal a Cobos, en 2009 muy mal a Jaque y en 2011 bien al sucesor de Jaque (que no designó él). En tanto en 2013, con una marcada subejecución a pesar de ser un año electoral, le fue mal a Pérez.
Desde noviembre en adelante el PJ y la UCR comenzarán a negociar el presupuesto del año electoral 2015 que, se supone, el Gobierno intentará convertir en el primero propio con sobreejecución. Deberá negociar esta intención porque, a diferencia de las siete pautas presupuestarias anteriores, deberá darse un presupuesto de elaboración 'consensuada' antes que una propuesta del Ejecutivo, según han acordado ambos partidos, precisamente los mayores rivales de la próxima elección.
