Inexplicable e insólito. Cuando terminaba la primera parte de un partido que se había tornado duro, el arquero del elenco sanjuanino, Jonathan Criado, cayó en el área. Todo hacía pensar que algún proyectil había caído desde la tribuna local (estaba a sus espaldas) y había impactado sobre la humanidad del portero del Bohemio.
Lo cierto es que los minutos pasaban y el arquero no se reincorporaba. Tanto que el árbitro decidió dar por terminada la primera parte y Argentino se fue a los vestuarios.
Según revelaron los propios dirigentes del Boli, el arquero fue revisado por el médico del equipo mendocino y también por el de San Juan, el cual según los locales no era el que figuraba en la planilla y no tenía matrícula profesional. De a poco la tarde en San José se iba poniendo más complicada.
Más allá de que los profesionales habían constatado de que Criado no tenía contusión alguna, el propio arquero y sus compañeros afirmaban que sí.
Es por ello que Gastón Monzón decidió que se llamara a una ambulancia para terminar de corroborar si lo que había derribado a Criado era o no algún elemento contundente. Mientras tanto otro sector de la dirigencia mendocina manejaba la información de que el arquero sanjuanino había sufrido un golpe de calor y se había desmayado. Todo, a esa altura de la calurosa tarde, era bastante confuso.
Después de unos 20 minutos de espera, la ambulancia ingresó al campo de juego y los médicos, luego de revisar al arquero, decidieron llevarlo al Hospital Central para realizarle estudios y terminar de corroborar si presentaba algún golpe.
La espera fue eterna. El rumor de que el partido iba a ser suspendido iban de un lado a otro en la platea y en la popular, sin embargo Monzón esperaba en su vestuario que desde el Hospital Central alguien le comunicara si Criado tenía un golpe o no.
Entre tanto el juez se comunicaba con el Consejo Federal para que le informaran los pasos a seguir, y según los dirigentes del Boli las órdenes de la entidad que nuclea a los torneos de ascensos, era que el partido debía seguir.
Después de algo más de 75 minutos de espera y de rumores de todos los colores, el presidente del Atlético Argentino, Nelson Reinoso confirmó la noticia de que el partido había sido suspendido por el juez.
“El árbitro nos informó que Peñarol no va a salir a jugar el segundo tiempo” decía el máximo dirigente ante la consulta de los medios presentes.
“Monzón llamó a los capitanes a su vestuario para comunicarles que debía seguir el encuentro y que el capitán sanjuanino (Mario Brizuela) dijo que ellos estaban en desventaja porque debían hacer un cambio obligado y que no iban a salir a jugar el segundo tiempo. Esto es lo que va a poner el árbitro en el informe según me dijo” afirmó Reinoso.
En San José la mayoría está seguro de que la llave va a quedar para el equipo de Cloquel y sería el próximo rival de Huracán Las Heras. Sin embargo habrá que esperar que el Consejo Federal, tras leer el informe de Monzón, decida cuál será el equipo que pase a la próxima fase de los play off del torneo Federal B.
El Boli se lo ganaba con autoridad
Atlético Argentino debía dar vuelta un resultado adverso de 3 a 1. Y es por eso que desde el inicio salió a llevarse por delante al equipo sanjuanino. Desprolijo, y con un campo de juego que mucho no ayudaba, pero con mucho ímpetu. Así fueron los primeros minutos del Boli.
Con dos líneas de cuatro bien marcadas y haciendo tiempo en cada ocasión que podía, Peñarol aguantó muy cerca de su arco.
Redondo tuvo una clara pero su disparo se fue por arriba del travesaño. Cuando promediaba la primera parte, el propio Redondo desbordó por la derecha metió un centro al ras del piso, y Misael Torres que venía entrando “fusiló” a Criado que nada pudo hacer. El golpe fue justo y por eso a los 25’, tras un tiro libre de Jofré, Lucero sólo tuvo que empujar.