Agustín Pichot se retiró del rugby en 2007. Y después se sumergió en la dirigencia. La misma convicción que mostraba a la hora de coordinar los scrums, la llevó a los despachos. Desde 2008, estuvo en la UAR, perteneciendo dos años al consejo directivo del organismo rector del deporte de la pelota ovalada en Argentina.
Sus dotes de negociador ayudaron a Argentina a hacerse un hueco desde 2012 en el Rugby Championship, el campeonato de naciones del Hemisferio Sur, y en la franquicia que tendrá su país desde el año que viene en el Super Rugby, el campeonato profesional con clubes de Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, además de Japón.
El polifuncional dirigente es ahora representante de la Unión Argentina (UAR) en la World Rugby y en la SANZAR, asesor en el apartado de competencia y de 'high performance' de la UAR, y como colaborador del Comité Olímpico Argentino impulsó el regreso del rugby a los Juegos Olímpicos de Río 2016, en la modalidad Seven.
"El éxito del rugby argentino es que hubo un plan y que los entrenadores lo llevaron a cabo a la perfección", afirmó Pichot en una entrevista a la AFP, tras la llegada a semifinales del Mundial de los Pumas.
-¿En qué se basa este éxito del rugby argentino? Se habla de los Pampas, del Rugby Championship, del sistema instalado por Hourcade...
-En 2008, arrancamos un proceso de transformación del rugby argentino. Queríamos optimizar los clubes amateurs de Argentina, que son cerca de seiscientos, y hacer un plan de alto rendimiento muy exigente donde tendríamos que buscar competencias internacionales para que los jugadores, una vez que salían de los clubes, una vez que lo seleccionásemos para este plan exigente de alto de rendimiento, pudieran jugar al rugby en una competencia internacional. Durante siete años, fuimos dando pautas muy importantes en recursos humanos, como la incorporación de Graham Henry o de Daniel Hourcade al sistema, o de Fabien Galthié, que también fue un asesor nuestro, como también a los jugadores que iban saliendo, con la generación de Matera, Lavanini, Isa, Cordero y cada uno de los jugadores que vinieron muy jóvenes, que entraron en este plan. Al mismo tiempo se debe tambien a jugar las competencias que jugamos, como el Rugby Championship, sin lugar a dudas, o con los Pampas en la Vodacom, la Pacific Cup y el año que viene el Super Rugby. El éxito es que hubo un plan y que los entrenadores lo llevaron a cabo a la perfección.
Se habla de Pichot como el gran artesano de todo esto, el hombre que convenció a la SANZAR para el entrar Rugby Championship y en la franquicia del Súper Rugby.
-Venimos de un deporte donde el equipo es lo más importante, donde uno no está por encima del equipo. Lo único es que me tocó a mí estar en el lugar indicado para llevar adelante la parte de fuera de la cancha, pero los protagonistas son los que están dentro de la cancha.
Los que trabajamos fuera de la cancha trabajamos para los que están dentro. Lo importante fue que entrenadores y jugadores de los clubes amateurs y del sistema profesional, todos teníamos la misma mira, que era que cada vez haya más jugadores de rugby y que cada vez lo hagan de la mejor forma. Por eso, a mí me tocó llevar adelante la parte de negociaciones y de estrategia. A mí me hubiese encantado haber vivido esto que me falta en mi carrera, y voy a hacer todo el trabajo para que ellos lo tengan.
-¿Pero cuáles fueron las armas de negociador de Pichot para este salto importante dentro del rugby argentino?
-Mostrar fuertemente el trabajo que hacen los clubes amateurs. Convencer de que con mucho trabajo y mucho sacrificio las cosas se logran, mostrar que Argentina es un lugar donde el rugby puede crecer. Básicamente lo que hacía como jugador, ir siempre para adelante y confiar en uno mismo y en el rugby argentino.
-¿Si Argentina, sin la franquicia, ya ha conseguido de momento meterse en semifinales del Mundial en 2015, los Pumas pueden llegar con muchas posibilidades de luchar por el título en Japón-2019 como proyecta el seleccionador Daniel Hourcade?
-Lo más importante es la competencia. Uno puede entrenar todo lo que quiera, pero si no tiene competencia le falta algo. Es muy importante tener competencia para mejorar y Argentina va a tener esa competencia. El Super Rugby, es la NBA del rugby y Argentina va a tener esa posibilidad de jugarlo. Lo único que pueden hacer los Pumas es mejorar, seguir mejorando.
-¿Qué puede aportar la inclusión del Rugby Seven en los próximos Juegos Olímpicos de Rio-2016 y el nacimiento del Torneo de las Seis Naciones de América a partir del año que viene?
-Creo que los Juegos Olímpicos van a traer una gran apertura al rugby. Puede hacer que grandes países se vean atraídos por el rugby, Estamos buscando la expansión total del rugby, para que haya más jugadores de rugby en el mundo. Y el Seis Naciones de América y las Olimpiadas pueden ayudar a eso.
-¿Y puede Argentina organizar un día un Mundial de rugby?
-Ojalá que algún día podamos, pero estamos todavía muy lejos de eso. No a corto o medio plazo.
-¿Se ve Agustín Pichot como técnico o presidente de la UAR algún día?
-No quise nunca ir por ese lado. Yo estoy para hablar de las estrategias. La parte más política y oficial me cuesta mucho, así que por ahora sigo con las estrategias haciendo que las cosas cambien.
-Juan Martín Fernández Lobbe, compañero suyo en el equipo argentino que fue semifinalista en el Mundial de 2007 e integrante del plantel actual, señaló que en 2015, el equipo tiene la misma convicción que Pichot consiguió transmitir hace ocho años.
-Le digo dos cosas. Este equipo tiene la misma convicción. Y a diferencia de 2007, han tenido la preparación y la cantidad de competencias que no habíamos tenido nosotros. Todo puede pasar en su partido contra Australia y en lo que quede de Mundial.
-Usted ha sido uno de los mejores medioscrums de la historia. ¿Quién le está gustando en el Mundial?
-Este Mundial ha tenido jugadores muy buenos. Me gustan los dos argentinos, Cubelli y Landajo. También Fourie Du Preez, de Sudáfrica, está jugando muy bien.