Agua turbia: puede dañar el calefón, el lavarropas y los tanques

Desde el Gobierno aseguran que hoy se terminará de reestablecer el abastecimiento y garantizan la potabilidad del líquido aunque se vea amarronada. Especialistas indican que hay que tener cuidado con el calefón, el lavarropas y el tanque.

Agua turbia: puede dañar el calefón, el lavarropas y los tanques
Agua turbia: puede dañar el calefón, el lavarropas y los tanques

Le decisión de abrir las compuertas del dique Potrerillos para poder limpiar el barro asentado en el embalse a raíz de las intensas tormentas en Potrerillos y Uspallata de los últimos días tuvo un desenlace poco feliz: miles de casas del Gran Mendoza se vieron damnificadas y con el suministro de agua interrumpido o bien con una fuerte concentración de barro, situación que transformó al vital suministro en imposible de consumir (aunque -dicen- no perdió su potabilidad).

Si bien el ministro de Infraestructura, Rolando Baldasso, y el director de Aysam, Luis Böhm, garantizaron que durante las primeras horas de hoy las plantas potabilizadoras ya estarán trabajando normalmente y produciendo agua sin barro, destacaron que tomará unos cuatro días más poner a punto el sistema, limpiar las cañerías a pleno y purgar el aire que ha quedado. Esto significa que en los próximos días, en algunas casas y zonas del Gran Mendoza los vecinos podrán seguir encontrando agua turbia (en menor densidad) cuando abran las canillas.

Del mismo modo, los funcionarios reconocieron que no se comunicó ni informó claramente sobre las consecuencias de estas tareas de limpieza y, teniendo en cuenta lo ocurrido durante las últimas horas, garantizaron que incrementarán la comunicación cuando repitan las tareas (en el plazo de entre una semana y diez días) para terminar de limpiar la acumulación de lodo.

Garantizado

Tanto Baldasso como Böhm indicaron que durante las primeras horas de hoy ya se estará produciendo agua normalmente, por lo que garantizaron que el suministro se normalizará paulatinamente en todas las zonas afectadas.

"Durante la mañana de hoy Aysam ha mandado camiones con agua potable a centros de salud para que puedan trabajar normalmente. Y si mañana (por hoy) en alguna escuela sigue el problema, se mandarán también", continuó el funcionario garantizando el inicio normal de clases, al menos en lo que tiene que ver con los aspectos que dependen de su cartera.

Por otra parte, adelantó que dentro de unos días (entre siete y diez) volverán a abrir las compuertas para seguir liberando barro, por lo que se repetirán las postales mencionadas. "Quizá la comunicación que salió no tuvo el tenor que tenía que tener para advertir a la gente. La situación no es grave", destacó.

Por su parte, el titular de Aysam también se comprometió a ampliar la comunicación desde Aguas Mendocinas para cuando se hagan las próximas tareas de limpieza y se eviten sorpresas desagradables. "Vivimos en una zona sísmica y todas las familias deberían tener bidones o reservas de agua por cualquier contingencia. Debería ser una práctica habitual, justamente ante la posibilidad de un terremoto", agregó Böhm. Y cerró: "Aysam necesita inversiones. Pero un problema como éste también hubiese ocurrido aunque hubiésemos tenido toda la infraestructura".

Respecto a las recomendaciones para el uso y consumo del agua hasta tanto se normalice, los funcionarios provinciales resaltaron la posibilidad de usar el agua para riego y, de paso, dejarla correr para que se vayan limpiando las cañerías. "Es recomendable que tampoco usen lavavajillas ni lavarropas", agregaron.

Precisamente en esta sintonía, el ingeniero Ángel Berra (investigador jubilado del CCT y especialista en temas referidos al uso del agua y el suelo) también advirtió sobre los peligros domésticos. "Es un problema serio el que se da, y creo que es porque se han descuidado y saturado los filtros. Puede causar muchos daños esto, empezando por la suciedad en los tanques, la obstrucción de las cañerías y que se arruine la válvula de goma en los calefones automáticos. Lo mismo para el uso de lavarropas", recomendó Berra.

El origen

Las escenas de agua turbia, color marrón y con una alta concentración de barro en el líquido se repitieron entre el lunes y ayer en la mayoría de las viviendas del Gran Mendoza. Si hasta en internet y por las redes sociales el chiste referido a que no salía agua, sino chocolatada del grifo se repitió hasta el hartazgo.

"El barro entró al embalse y llegó hasta las compuertas. Finalmente, el lunes se tomó la decisión de abrirlas para liberar lo que se estaba juntando, porque era mucho. Así fue que se abrieron durante cuatro horas y después las cerraron", inició la explicación el ministro de Infraestructura.

Cuando el agua llegó a los filtros de las plantas potabilizadoras -además de Aysam, la de los departamentos de Luján, Maipú y Tupungato-, los filtros no pudieron tratar la gran cantidad de barro y colapsaron, dejando que el líquido siga su curso con los restos que traía.

"No se nos ha ido de las manos la situación. Pero nadie sabía la magnitud del barro del otro lado de las compuertas, nunca se había medido la cola de pluma del barro", siguió Baldasso.

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