La empresa Agua y Saneamiento Mendoza (Aysam) pedirá una corrección en la tarifa del agua por el desfasaje producido por el avance de la inflación durante 2018. Desde la compañía advierten que corresponde aplicar una suba del 17%, aunque el atraso a la actualidad es mucho mayor.
Cabe recordar, que el Gobierno autorizó un aumento del 78%, pero el incremento se aplicó en cuotas. "En el camino, la inflación avanzó y el ajuste tarifario terminó siendo insuficiente", comentó Richard Battagión, gerente general de Aysam.
"Para compensar ese atraso, debería aplicarse un ajuste del 17%, según cálculos de nuestro equipo técnico", señaló. Al ser una suba pendiente dentro de la discusión tarifaria de 2018, Battagión entiende que "podría otorgarse sin necesidad de ir a una nueva audiencia pública".
De todas formas, la necesidad de Aysam va mucho más allá de ese desajuste. En febrero pasado, la empresa estatal que brinda el servicio de agua y cloacas había solicitado incremento de 50% por los aumentos de costos proyectados para 2018, pero el gobierno provincial no autorizó ninguna modificación.
"El atraso de las tarifas en relación a nuestros costos ya alcanza el 160%, sumando el avance de la inflación en los últimos años, más el aumento del IPC previsto para 2020", comentó el gerente general de la empresa de agua.
Eso no significa que Aysam pedirá ese porcentaje de incremento, pero sí es el número con el que se sentaría a negociar si hoy se discutiera el ajuste tarifario. Battagión confirmó que, por ahora, no han hablado de este tema ni con el gobernador Alfredo Cornejo ni con el electo Rodolfo Suárez, pero que "es necesaria una adecuación del cuadro tarifario".
Lo que sí está claro, es que el aumento grande no llegaría en 2019. "Ya no hay tiempo para solicitar la audiencia pública. Lo que sí podemos reclamar, es que se compense el desfasaje del 17% por el incremento otorgado en cuotas el año pasado", concluyó Battagión.
Crece la incertidumbre
Pasaron las elecciones presidenciales pero la incertidumbre sigue presente. Es que aún resta saber qué sucederá con las tarifas de servicios públicos, ya que algunas fueron congeladas por decisión del Gobierno nacional y otras fueron frenadas temporalmente por el Estado provincial.
En cuanto al gas y la electricidad, el presidente decidió en abril no aplicar los aumentos que ya estaban previstos para el resto del año. De esta manera, los componentes de estas tarifas que se definen desde Nación quedaron congelados hasta enero de 2020.
Aunque es difícil saber qué puede decidir el próximo gobierno, el precio del gas en boca de pozo, es decir, el monto que se le paga al productor, se estableció con un dólar a $ 41 en los últimos contratos. Ya en octubre del año pasado, algunas distribuidoras plantearon que se habían acumulado diferencias producto de las variaciones en la cotización y que, como quienes distribuyen no pueden ganar ni perder por el precio del gas (por el concepto de pass trough), este desfasaje debía trasladarse al usuario.
Finalmente, el Estado nacional se hizo cargo de la diferencia.
En cuanto a la electricidad, si bien no hubo aumentos desde Nación, la provincia aprobó una suba del 16% en el Valor Agregado de Distribución, que no se había ajustado en 2018. Desde el Ente Provincial Regulador Eléctrico señalaron que recién en febrero las distribuidoras podrían solicitar una actualización del VAD.
Hipotecarios en UVA, sin subas hasta diciembre
Desde agosto y hasta fin de año las familias que accedieron a su vivienda a través de un crédito hipotecario UVA pagarán el mismo valor que en agosto. Es decir, sin el ajuste por inflación previsto en el sistema.
Esto beneficia a dos tipos de familias. Las 33.000 beneficiarias del Plan Procrear. y las 60.000 familias que usaron el crédito para comprar una vivienda con un valor menor a 140.000 UVA al momento de la operación.
El Estado se hará cargo de la diferencia, con recursos de la Secretaría de Vivienda. Cabe recordar que entre agosto y octubre el valor de la UVA subió 10,2% hasta la fecha.