Con aplausos llegó el Tomba, y con aplausos se fue. Así, pese a haber dilapidado una ventaja de dos goles, y terminar empatando 2 a 2 con un gigante como Palmeiras, los jugadores del Tomba recibieron el homenaje de su público.
La ovación al Morro García era la fiel demostración del primer tiempo que hizo el equipo de Lucas Bernardi. Si hasta se quedó corto con el 2-1. ¿Qué hubiese pasado si el Morro García convertía el 3-1? Seguramente era un festín. Pero la pierna de Weverton no debe cambiar el análisis ni mucho menos. Porque Godoy Cruz no sólo hizo los mejores 45 minutos en mucho tiempo, sino que la notable actuación suma adjetivos y se potencia porque se dio en un certamen internacional, ante el campeón de Brasil y en una instancia de "mata-mata".
Rápido y furioso salió el elenco mendocino. Presión alta, intensidad y concentración para aprovechar cada centímetro en el campo de juego. Atacó y defendió en bloque. No lo dejó acomodarse al Palmeiras. Y de entrada nomás, tras una jugada de laboratorio luego de un lateral de Arena, Andrada la metió al segundo palo, Brunetta la bajó y el Morro metió la primera piña al mentón de un rival que es de lo mejor del continente, pero que llegó a este partido con mandíbula de cristal.
El partido se hizo de ida y vuelta, entretenidísimo. Mehring le sacó un cabezazo a Borja que pedía red y Veiga remató por arriba del travesaño otra situación clara. Pero el Tomba estaba rápido y fino. Y de otra jugada ensayada, García bajó a pivotear un pase de Cardona, armó la pared con Bullaude y definió como el animal de área que es. Bombazo arriba, golazo.
Para fortuna de Palmeiras, Aleo cometió un pecado de juventud (falta a Willian al borde del área). Y de ese tiro libre que no pudo despejar Mehring, Felipe Melo descontó. Toda una inyección anímica para el Verdao en su peor momento. Sin embargo, cuatro minutos después Gustavo Gómez le cometió un claro penal al Morro y Weverton, con su pie derecho, impidió el tercero del Tomba y de García.
Increíble, pero real. El Tomba tuvo de rodillas al campeón brasileño y merecía lo que se llevaba al entretiempo.
Palmeiras salió mejor al complemento. Avanzó y, de la mano de Felipe Melo, Bruno Henrique y Dudu, manejó la pelota. Godoy Cruz pareció sentir el desgaste de un gran primer tiempo y tuvo que retroceder para achicar espacios e intentar salir rápido de contra. Pero la jerarquía del adversario era grande y Borja apareció en el área para poner el 2-2. Tras el empate, ambos tuvieron chances para ganar.
