La última bola del debut ante Misiones, cambió por completo los objetivos de la Selección Mendocina en este 85° Campeonato Argentino. Es que tras la derrota por 73-71 en el primer juego, Mendoza quedó muy complicada para acceder a los cuartos de final. Si ese triple de Santiago Egas besaba la red, la Borravino, sacaba boleto para pelear por una medalla y además, se adueñaba del número "uno" de la zona, con lo cual, se hubiese enfrentado con un rival, que en teoría, era más débil o vulnerable. Pero, los torneos de básquet son así. Tienen esta modalidad. Un error, una mala decisión, una distracción en defensa, te cambian lo planificado al instante.
Es plantel renovado de la Selección Mendocina a cargo de Sergio Pedemonte, mereció mucho más que un décimo puesto. Es un equipo joven con jugadores individuales con mucho potencial.
El capitán de la Selección, Rodrigo Funes es jugador de LNB y demostró con creces que podía vestir la camiseta de la Borravino. Goleador absoluto. Idéntico caso de Santiago Egas, jugador extraordinario cuyo horizonte dice que estaría en el viejo continente. Moreno, Avalos, Arancibia, jugadores de Liga Argentina. Y la señal más positiva es que hay futuro: jugadores como Francese, Del Ponte, Sández y Rivero, jugadores jóvenes que juegan en nuestra Superliga y que tienen muchos Argentinos por delante. Además, apareció Sanz, un jugador nacido en GSM y que se instaló en el Sur y demostró su categoría. Furlanetto y Guevara, estuvieron a la altura de su trayectoria.
Este plantel tiene un hambre de gloria admirable. Tardó 39 horas en llegar a Formosa por un desperfecto en el traslado. Llegó, durmió cuatro horas, entrenó y a las 9 horas estaba debutando en el juego que le pasó factura. Hay futuro, pero ese porvenir hay que ayudarlo con una planificación profesional. Material hay de sobra.