El pasado 6 de julio uno de nuestros cuñados sufrió un grave accidente de tránsito, que finalmente le costó la vida.
En nombre de su esposa y hermanas, queremos agradecer por este medio al gran número de personas buenas y amables a las que, a raíz de este hecho, pudimos conocer.
En primer lugar, al personal de las fiscalías 1 y 8; a todo el personal policial que intervino, en especial a Fernanda, la joven policía de la guardia del hospital Central, que con su calidez va mucho más allá del mero cumplimiento del deber. A la médica “anónima” que se detuvo en el lugar del accidente y le prestó los primeros auxilios. No podemos dejar de mencionar a la persona que, desafortunadamente, lo embistió y que de inmediato hizo lo imposible por auxiliarlo.
Agradecemos de modo muy especial al Dr. Arroyo y a todo su equipo médico del excelente servicio de Terapia Intensiva del hospital Central, como asimismo enfermeros y enfermeras de dicho servicio. Encontramos en todos ellos no sólo profesionales muy competentes, sino, ante todo, personas de gran calidad y calidez, que dan lo mejor por los pacientes.
Destacamos, además, la solidaridad que, casi naturalmente, se crea entre las familias de las personas internadas, el apoyo mutuo, las penas compartidas y las alegrías por quien supera sus problemas y deja la UTI.
Dentro del dolor vivido, reconforta lo mucho de bueno y positivo que existe en nuestra sociedad y que no siempre valoramos lo suficiente. ¡Gracias a todos!
Ana María, Nora, Cristina y Elina Paganotto