El equilibrio es la base central de toda idea que pretende un DT para su táctica y estrategia. Un equipo corto, con tres bloques (defensa, mediocampo y delantera) moviéndose hacia adelante o hacia atrás, según pida el juego, y la búsqueda constante del gol como premisa fundamental ( o casi). Y en eso andan los equipos mendocinos de la categoría, que por ahora lograron firmeza defensiva, aunque sigue siendo materia pendiente la cuestión ofensiva, donde por ahora siguen fallando más de la cuenta.
De momentos esos fallas son por errores individuales (caso Gimnasia en el duelo ante Maipú), aunque la mayoría de las veces decisiones erróneas desde lo colectivo. “Hay que tomar mejores decisiones”, afirman a la hora de explicar los caminos al gol.
El Cruzado es el único que pudo celebrar una vez, aunque ese tanto no sirvió para sumar de a tres (fue empate 1-1 vs. Unión VK). Ya pasaron 270’ (3 partidos) y el cuerpo técnico trabaja para dotar de otros movimientos al equipo.
“Nos conocemos tanto que los jugadores de buen pie siempre reciben incómodos. Cuesta que el delantero quede de frente al arco”, confió el Gringo, quien entiende que está faltando algo de juego y precisión en los metros finales. “Va a llegar todo eso con el correr de los partidos, que el hincha se quede tranquilo”, avisa acto seguido.
En el conjunto del Parque, analizan que “está faltando algo de movilidad, de crear opciones de pases para la descarga”, tal como contó Sergio Oga, uno de los cerebros del equipo. “No estamos preocupados porque las situaciones estuvieron. La cosa sería distinta si no las hubiéramos generado”, afirma. Mientras, el cuerpo técnico comandado por Darío Alaniz sigue pidiendo que el equipo tome riesgos, asuma protagonismo. Van 180’ y por ahora la garganta no celebró.
Gutiérrez trabaja en movimientos tácticos y definición para cortar la sequía. “No estoy preocupado, sino ocupado”, dice ante la consulta el DT, Juan Pablo Videla, y sentencia: “hemos arriesgado, pero cuesta porque nadie regala nada”.
Equilibrio defensivo hay, es cierto, pero dentro de un todo, falta la parte ofensiva. Ahí hay deficiencias a corregir. Por ahora disfrutan del juego mientras esperan por el gol. ¡Que llegue rápido, por favor!