Por Gastón Bustelo - gbustelo@ losandes.com.ar
Tanto la administración nacional como provincial han decidido mantener las bases de un esquema impositivo de fuerte presión sobre los contribuyentes y también sobre los que comenzarán a pagar tributos que antes no pagaban. En la Nación el único cambio importante, hasta ahora, se podrá dar recién esta semana, si es que AFIP comienza a concretar la devolución de percepciones por compras en el exterior y adquisición de dólares ahorro.
Una variable que se pondrá en juego fuerte en las paritarias será la modificación de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias. Subir el mínimo imponible y llevarlo a 30 mil pesos es la idea que tiene el Gobierno, pero sabemos que esto sólo beneficia a los que pagan ese impuesto. Pero qué pasa con los otros puntos del sistema impositivo; por ejemplo Bienes Personales.
¿AFIP modificará las escalas para que no sigan entrando cada vez más personas a pagar ese impuesto? Al mantener las escalas, con un pequeño capital (una casa chica y un auto no muy nuevo), se superan los $ 300 mil pesos que impone AFIP como piso para comenzar a tributar.
Las “inconsistencias” del sistema tributario que mantiene el administrador Alberto Abad heredadas del cuestionado Ricardo Echegaray son tan grandes que una persona puede no estar obligado a pagar el impuesto a las ganancias porque sus ingresos son bajos, pero sí tendrá que pagar Bienes Personales. De esto no se está hablando.
Si se mantienen así las cosas, con la devaluación del 40% que aplicaron en diciembre que hizo que, tanto inmuebles como autos se valorarán más, habrán hecho lo que le criticaban al kirchnerismo, más gente de clase media y media baja, pagará impuesto a los Bienes Personales.
Desde el gobierno nacional piensan bajar el IVA para ayudar a los sectores con menor poder adquisitivo. Durante años se discutió esta medida, es que se sabe que a pesar de bajar el IVA los precios no descienden debido a que la diferencia se la queda el empresario. Va un ejemplo, al eliminar el impuesto sobre compras en el exterior del 35%, las empresas de colectivo que vendían pasajes a Chile, eliminaron el impuesto y lo trasladaron al precio del pasaje.
En ATM también hay voracidad por los pesos, entre otras cosas, para pagar la “parranda paquista”, si hubiera sido una “fiesta” alguna planificación de gastos habría tenido. El ministro de Hacienda Martín Kerchner con el titular de la Administración Tributaria Mendoza (ATM) Alejandro Donati, decidieron en la ley impositiva que los vehículos patentados desde el 2012 al 2016, pagarán en función del valor que fija la Dirección Nacional de Registro del Automotor y Créditos Prendarios (Dnrpa).
¿Esto es mejor o peor? Es mejor para ATM y peor para el contribuyente porque deberá pagar más. Pero ojo, el año que viene se incluirán bajo la valuación de la Dnrpa vehículos más viejos, por lo tanto no esperen alivio. También la ingeniería tributaria ideada incrementó el pago de sellos en la compraventa de inmuebles, se pagará una tasa del 2,5%, ¿pero sobre qué monto?
La ley indica que sea triplicando el monto del avalúo de la propiedad urbana, antes se duplicaba y eso que los otros funcionarios no fueron los más benévolos. En el caso de las propiedades rurales o secano se quintuplica. La explicación que han dado especialistas en el tema, es que los avalúos están retrasados, una excusa que se viene escuchando desde hace décadas.
Tampoco hubo quita de impuesto a los ingresos brutos en distintas actividades que la administración Pérez había incorporado. ¿Y por qué debían beneficiar a sectores sacándoles impuestos? Porque en la plataforma de Cambiemos se puede leer esto: “El mayor aporte al crecimiento de los ingresos fiscales provinciales es explicado por Impuestos a los Ingresos Brutos, el cual aumenta a una tasa interanual del 42%. Los cambios sustanciales en la ley impositiva 2012 elevaron en casi un 70% la presión tributaria sobre las actividades productivas de la Provincia desde el 2011 hasta 2014. De este modo, la presión tributaria creció del 4,33% al 7,27 del PBG en 3 años”.
Pero más allá de los aumentos y el criterio aplicado, se cuela en el medio la promesa de lograr que el Estado sea más eficiente en cuanto a los servicios de educación, salud y seguridad. Entre otras cosas, pagamos impuestos para recibir esos servicios. ¿Podrá la nueva administración lograr algún cambio en ese sentido y mejorarlos? Los contribuyentes ya estamos haciendo nuestra parte: pagar lo que deciden cobrarnos. La paciencia para que se produzcan cambios es poca cuando siempre son los mismos los que pagan las consecuencias y el poder adquisitivo se achica por la inflación.