Siempre se espera que todo el proceso de la Fiesta de la Vendimia atraviese sus diferentes instancias con profesionalidad, buen gusto y en armonía con el sentido de su esencia y razón primera: exaltar el trabajo en las viñas mendocinas.
En el desarrollo de la sucesión de eventos que conforman el mayor espectáculo de los mendocinos, la creación, aprobación y difusión de la imagen del espectáculo que se corona en el teatro griego Frank Romero Day es una parte muy trascendente.
Esa representación visual del festejo mayor de los habitantes de nuestra tierra, se instala en la provincia, luego en el país y eventualmente también alcanza proyección en el exterior, ya que las representaciones comerciales y de promoción del Gobierno de Mendoza la amplifican en otros países.
Por eso ha resultado un comienzo de tiempo vendimial desafortunado, el que se haya descubierto que la propuesta ganadora del concurso de afiches y la marca ganadora de la próxima fiesta, denominada "Tejido en tiempo de Vendimia", con la dirección de Alicia Casares, haya resultado una copia burda de un trabajo del artista filipino John Ed De Vera.
El tema ganador fue descalificado y sus autores denunciados por fraude en grado de tentativa a la administración pública porque los responsables de la propuesta no llegaron a cobrar el premio estipulado, que es de 120.000 pesos.
Los titulares del dibujo ganador por unas horas -Juan Pablo Encina, Pablo Morales y Federico Bordón- consumaron una obra calcada en estilo y forma a la creada por el realizador asiático, obviando la declaración jurada en la que asumen que la realización era de su propiedad.
Las disculpas de los tres diseñadores, lamentablemente, son insuficientes porque ellos mismos sostienen que se basaron en la técnica de De Vera… pero se involucraron tanto que llegaron prácticamente a calcar el rostro de mujer que había concebido el diseñador filipino.
El término plagio se define en el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española como la acción de "copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias". Desde el punto de vista legal es una infracción al derecho de autor acerca de una obra artística o intelectual de cualquier tipo, en la que se incurre cuando se presenta una obra ajena como propia u original.
¿A qué apuntan los concursos de Vendimia? A estimular a los creadores, a posibilitar poner a la luz la variada y amplia obra que se crea en la oscuridad sin alcanzar a ser parte del mercado. Los artistas tienen pocas posibilidades de llegar a completar el círculo de oro del arte: llegar al otro.
Creemos que en Mendoza hay muchos creadores talentosos. Pero también hay mucha mediocridad con espacio para exhibir mediante el amiguismo.
Una buena idea para cerrar los caminos a la posibilidad de hechos de este tipo se repitan podría ser la creación de un "consejo de notables" de todas las disciplinas, una especie de tribunal que seleccione sustentado en los conocimientos técnicos, sin color político y sin decidir a dedo.
La cultura es un bien patrimonial. Hay que reglamentar mucho y bien. Por eso hacen falta además las leyes del Mecenazgo, del Libro, y del Autor.
De alguna manera es lo que propone el legislador provincial Mario Díaz, quien elaboró un proyecto para que se revisen los elementos de control de estos certámenes, con el fin de un mejor proceder al seleccionar, reconocer, premiar obras literarias, artísticas, científicas y de cualquier otra índole, de manera que no se vean vulnerados derechos de terceros, como ocurrió con el caído afiche vendimial.
De todos modos creemos que el jurado actuante no tuvo oportunidad de discernir el plagio en un primer momento y por lo tanto no se debe enjuiciar su labor.
