Era miércoles a la tarde y habían pasado pocas horas luego de que se anunciara el afiche ganador de la imagen para la Fiesta de la Vendimia 2019. En ese momento, los comentarios de entrecasa o en las redes sociales parecían dirigidos al mero parecer: “me gusta mucho, poquito, nada”.
Sin embargo, cerca de las 22 de ese día en el que los autores del diseño (Federico Bordón, Pablo Morales y Juan Pablo Encina) seguramente estaban brindando, un internauta detectó lo que luego se convertiría en escándalo.
En su cuenta de Instagram, el diseñador filipino John Ed De Vera (bajo el seudónimo Full_Battery) había publicado en octubre del año pasado una ilustración en la que parecía haberse basado íntegramente el afiche mendocino.
El mendocino que descubrió la copia lo comentó de inmediato en la cuenta del filipino, y en inglés le pidió al diseñador que revisara el afiche. “Se ve igual a tu dibujo”, le advirtió.
El escándalo y la viralización
Esa fue la llama que hizo estallar la bomba del escándalo. Minutos más tarde, el estudiante de diseño y realizador teatral Hernán Iguácel, advertido del caso por su compañero José Fanara, revisó ambas ilustraciones, las puso uno al lado de la otra y publicó en Facebook y Twitter, con la siguiente anotación:
"Y el plagio del año es para… el afiche de Vendimia".
Iguácel dice que ni siquiera conocía a John Ed De Vera: "Hace unas cosas muy buenas, pero no sabía de él. Pero la copia era evidente", explicó en diálogo con Los Andes.
Según este estudiante de Diseño, había algo que antes de que el escándalo se desatara, daba indicios del plagio: “Lo que me llamó la atención cuando vi el afiche es la poca relación que tenía con el título de la Vendimia de este año (“Tejido en tiempo de Vendimia”). Y ahora entiendo por qué: los diseñadores que la copiaron la eligieron por cuestiones estéticas, nada más”.
¿Tiene la culpa el jurado?
A pesar de todo, Hernán es de los que prefieren no responsabilizar al jurado por dejarse embaucar: “No se trata de un artista conocido universalmente, y eso en realidad tiene mucho sentido. Los diseñadores que la copiaron pensaron muy bien su decisión. Si copiaban una imagen conocida se iba a notar fácilmente. Lo curioso es que si uno lee o escucha lo que dijeron al explicar el afiche se da cuenta de que usan las mismas palabra que el artista filipino al describir su trabajo”.