Desde Kabul hasta Kandahar, los afganos, en gran número, acudieron a las urnas ayer, sin mayores incidentes, pese a las amenazas de los talibán, para elegir al sucesor del presidente Hamid Karzai a pocos meses del retiro de la OTAN.
Las autoridades celebraron como un éxito la jornada y apuntaron a una participación de más de 50%. De confirmarse, estaría muy por encima de las anteriores presidenciales, entonces de 30%.
Este primer traspaso de poder de un presidente afgano elegido democráticamente a otro es considerado como una prueba decisiva para un país que deberá demostrar su estabilidad cuando las fuerzas de la coalición abandonen el país a finales de año.
Los favoritos, entre los ocho candidatos, son tres de sus antiguos ministros de Karzai: Zalmai Rasul, considerado como el candidato del presidente saliente, Ashraf Ghani, un reconocido economista, y Abdulá Abdulá, opositor que llegó en segunda posición en la presidencial de 2009. Todos votaron a primera hora en Kabul.
Al final del día, Abdulá, quien denunció fraudes en 2009, calificó la elección de "gran éxito" al tiempo que estimó que no estaba "exenta de irregularidades".
Los resultados preliminares de esta primera vuelta se conocerán el 24 de abril y una eventual segunda vuelta está prevista el 28 de mayo.
En Kabul como en otras grandes ciudades del país, Jalalabad (este), Kandahar (sur) y Herat (oeste), los afganos acudieron numerosos a las urnas, permitiendo quizás apartar una de las principales amenazas que pesaban sobre los comicios: la abstención.
"Bofetada" al talibán
La participación podría superar el 50%, según anunció Ahamd Usuf Nuristani, el jefe de la Comisión Electoral Independiente (IEC), organizadora de los comicios, que detalló que más de "siete millones" de electores podrían haberse desplazado a las urnas.
Estas cifras se deben, no obstante, tomar con precaución. En 2009, durante la precedente elección presidencial, la comisión electoral había previsto igualmente una participación que podía llegar a 50%. Las cifras suministradas después por la ONU señalaron una participación menor (aproximadamente 30%).
La participación parecía efectivamente alta en las ciudades, hasta el punto que en algunos sitios faltaban papeletas, incluido para las mujeres, muy presentes en los colegios electorales.
En cuanto que cerraron los cerca de 6.000 colegios electorales diseminados por todo el país, las autoridades locales iniciaron el escrutinio de los votos.
En las pasadas 24 horas, "nueve policías y siete militares han muerto, al igual que 89 enemigos" y cuatro civiles, afirmó el ministro afgano del Interior, Omar Daudzai. "Hoy les puedo asegurar que los enemigos de Afganistán no han conseguido perturbar el proceso electoral", añadió.
Desde ayer a la mañana, cientos de personas habían acudido a los colegios electorales de Kabul, pese a la lluvia, y esperado en ocasiones horas en las largas colas.
"He venido para votar para que alguien me aporte una paz duradera en el país. Quiero que el voto sea una bofetada a los talibán", declaró Laila Neyazi, una mujer de 48 años cubierta por un burka.