Cerca de 50 muertos y un centenar de heridos fue el saldo de una serie de atentados ayer en tres diferentes ciudades afganas, entre ellas la capital Kabul, escenario de un ataque contra un anexo del Parlamento, reivindicado por los talibanes.
Al menos "30 muertos y 80 heridos" se registraron en la capital en el doble atentado perpetrado por un kamikaze a pie que se hizo detonar al lado de un bus que esperaba a los empleados del legislativo a la hora de salida del trabajo y poco después por un coche bomba.
“El balance se puede agravar dado que algunos heridos se encuentran en estado crítico”, dijo una fuente del ministerio de Salud.
Una fuente de los servicios de seguridad afirmó por su parte que entre los muertos figuraban “cuatro policías”, en su mayoría miembros de los servicios de inteligencia afganos.
Los insurgentes talibanes reivindicaron inmediatamente estas dos explosiones.
El portavoz talibán Zabihulá Muyahid aseguró que las explosiones tenían como objetivo un vehículo perteneciente a la principal agencia de inteligencia de Afganistán.
Un guardia de seguridad del edificio, identificado como Zabi y que resultó herido, explicó que el primer atentado fue obra de un kamikaze. “Se acercó a pie a los empleados que salían de las oficinas e hizo estallar su carga entre la multitud”, afirmó.
“La segunda explosión fue un coche bomba, que estaba estacionado al otro lado de la carretera y que me arrojó hacia atrás cuando detonó”, agregó.
Se trataba de un todoterreno que quedó totalmente destruido, comprobó un fotógrafo de esta agencia en el lugar, que presenció escenas de devastación: zapatos cubiertos de sangre y escombros, un edificio en llamas.
La mayoría de las víctimas son civiles y entre ellos empleados del parlamento, declaró un responsable de seguridad que pidió el anonimato.
Por la mañana, un kamikaze mató a siete personas al hacerse estallar en Lashkar Gah, la capital de la volátil provincia de Helmand, en el sur del país, informó el jefe de la policía local.
Y por la noche, en Kandahar, un ataque contra el complejo de oficinas oficiales dejó, al menos, 11 muertos y 12 heridos, entre ellos el gobernador local, Homayoon Azizi, y el embajador de los Emiratos Árabes Unidos en Afganistán, Juma Mohammed Abdullah Al Kaabi.
Al Kaabi se encontraba de visita oficial en Kandahar para reunirse con altos cargos regionales e inaugurar las obras de una guardería que se construirá en la capital homónima de Kandahar con un presupuesto de dos millones de dólares.
La explosión se produjo durante una reunión de alto nivel en la que también participaban el jefe de la Policía provincial, general Abdul Raziq.