Afectados por el agua y la política

Quince días después de las inundaciones, la Presidenta de la Nación salió a explicar lo que se había hecho para paliar la situación y a criticar a la oposición por el aprovechamiento de la tragedia. Sin embargo, olvidó mucho de lo ocurrió en anteriores in

Afectados por el agua y la política

Decenas de miles de familias evacuadas, gran parte de ellas con la pérdida total de sus viviendas, y mil millones de pesos en pérdidas en la producción del campo, como consecuencia de que más de cuatro millones de hectáreas de la cuenca del Salado quedaron bajo el agua, fue el saldo que dejaron las graves inundaciones producidas en Buenos Aires.

Pero quizás lo que más dolió fue que todos ellos, además de las pérdidas sufridas a nivel personal, quedaron como rehenes de enfrentamientos políticos cruzados, donde unos y otros se echaban culpas o evadían responsabilidades, o bien de la desidia oficial, más preocupada por explicar o responder que por trabajar para llevarles una solución.

A diferencia de lo sucedido dos años atrás, en esta oportunidad el Gobierno nacional optó por el silencio. Quizás en un intento por no reconocer el error cometido por el candidato presidencial del oficialismo, al viajar a Italia en plena inundación. Es más, muchos atribuyeron ese silencio al disgusto presidencial con su candidato por tan inoportuno viaje.

Pero lo más llamativo fueron algunas de las opiniones de Cristina Fernández de Kirchner en su retorno a las cadenas nacionales, luego de más de 15 días de silencio, coincidentes llamativamente con el fenómeno climático. La jefa del Estado dijo, por ejemplo, que si hubiera ido a los lugares afectados "me hubieran dicho cualquier cosa", por lo que optó por mandar a sus colaboradores más directos "para que me cuenten todo".

La jefa del Estado pareció olvidar que en las inundaciones anteriores, en las que resultó afectada la casa de su madre, había aparecido en helicóptero, como lo había hecho antes en Tartagal, Salta, observando desde el aire la catástrofe y descendiendo luego para conversar con los afectados para que las imágenes ganaran las portadas de los medios, porque después no volvió nunca más a esos lugares.

En otro tramo de su cadena, Cristina dijo que hay que seguir haciendo obras, seguramente, "pero por favor, la obscenidad de ponerse o disfrazarse de lluvia e ir al barrio a juntarse con los pobres no, por favor no, porque eso es obsceno".

También aquí le falló la memoria porque olvidó cuando cientos de jóvenes, con uniformes de Unidos y Organizados, repartían colchones y alimentos aportados por todos los argentinos, mientras el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, exigía donaciones a los empresarios recaudando más de 30 millones de pesos que jamás llegaron a sus destinatarios.

La señora Presidenta dijo también que con las obras realizadas por el Gobierno se habían recuperado 2 millones de hectáreas en Buenos Aires, que ahora están para que cultiven soja y maíz y cuiden las vacas, pero no tuvo en cuenta u olvidó que el agua cubrió y se llevó la producción del doble de las hectáreas que se habían recuperado.

Cristina Fernández no sólo pudo, sino que debió haber utilizado la cadena nacional pero no luego, sino en el momento en el que se producían las inundaciones. Para llevar su palabra de acompañamiento y aliento hacia quienes estaban sufriendo las consecuencias del fenómeno climático.

Debió concurrir a los lugares afectados para considerar in situ las tareas que se estaban desarrollando y no conformarse con lo que le informaran sus colaboradores. Y, con miras al futuro, tiene la obligación de, en situaciones en las cuales está afectado el pueblo en su conjunto, dejar de lado las actitudes partidarias y electoralistas para colocarse en la verdadera función que le compete: la de jefa del Estado.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA