Las especulaciones para este año apuntan que habrá más circulación de enfermedades respiratorias esta temporada invernal. El director de Epidemiología, Rubén Cerchiai, dijo que puede esperarse que haya más circulación de enfermedades respiratorias que años anteriores. Aclaró que se trata de especulaciones que tienen asidero en las “conductas” que tienen estas patologías que repiten picos cada dos o tres años. Dijo que el último más o menos relevante fue en 2013, luego de la pandemia de influenza del tipo H1N1. Después de esto, 2014 y 2015 se presentaron relativamente tranquilos lo que lleva a suponer que este año podría haber un aumento.
Mal que les pese a muchos el frío llegó para quedarse por varios días. De la mano del descenso de la temperatura aparecerán los primeros casos. La situación se complica más aún si se tiene en cuenta que entre el sábado y el domingo el termómetro descendió abruptamente unos 20 grados.
Los niños son los que requieren especial cuidado, sin dejar de considerar otros grupos de riesgo, ya que son particularmente sensibles a los cambios bruscos y las bajas temperaturas. Es que es generalmente entre ellos que se inicia la circulación de estas patologías, tal cual lo señaló el funcionario. Además hay que tener en cuenta que entre los más pequeños, estos cuadros pueden complicarse a tal punto de poner en riesgo la vida.
“Los hospitales pediátricos son una guía anticipatoria importante para dar un panorama respecto de lo que puede venir porque las enfermedades generalmente comienzan por los niños y se extienden a los adultos”, mencionó.
Pese a haberlo intentado, este medio no logró acceder a la opinión de algún referente del hospital Humberto Notti, el más importante de la región.
En tanto, el gerente asistencial del hospital Central, Jorge Pérez dijo que no se puede medir todavía el aumento en las consultas por guardia en un período tan corto, pero que se podrá tener un panorama en una semana. De todas formas ya se está alerta: “Cuando llegamos a este período tenemos reuniones donde prevemos la ocupación de camas (porque en realidad este nosocomio está más dedicado a traumatología y accidentados), tenemos que prever que en esta época del año vamos a requerir más camas para la atención de este tipo de enfermos”, aunque aclaró que no se ha hecho un cálculo superior al de otros años.
Una por una
Ante el inminente comienzo de la temporada de “bichos” invernales, el Ministerio de Salud salió a alertar sobre los probables riesgos y medidas precautorias.
Para este año no se espera que haya mayor incidencia de alguna enfermedad en particular, tampoco que la mayor humedad del clima por la corriente del Niño tenga implicancias en este plano. Sí lo hace en verano por la mayor diseminación de los vectores que transmiten enfermedades.
De todas formas, “la lluvia y el frío favorecen el hacinamiento, el encierro y por eso el contacto cercano con personas enfermas”, subrayó Cerchiai.
-Gripe o influenza. Es una de las enfermedades más frecuentes en los niños y pueden padecerla varias veces durante el año. Se contagia fácilmente. Puede complicarse y llevar a una neumonía.
“Se la suele confundir con el resfriado o catarro, pero a diferencia de la gripe, estos no presentan fiebre o es muy baja”, aclara el ministerio.
Los síntomas son fiebre alta (más de 38,5 grados), dolor de cabeza, tos y mocos (al principio tos seca y congestión que luego evoluciona en tos productiva), en algunos casos pitidos al respirar (sibilancias), malestar general, dolor muscular y a veces también dolor abdominal acompañado o no de vómitos. Puede presentarse con pérdida de apetito e irritabilidad.
-Bronquitis. Produce una inflamación de los bronquios, lo que dificulta la respiración y las membranas que cubren las vías respiratorias producen grandes cantidades de moco espeso que provocan abscesos de tos, dolor de pecho y congestionamiento. Puede devenir de una gripe mal curada.
Se transmite por medio de las gotitas de saliva que expulsa una persona afectada; por eso, es importante evitar la diseminación tapándose la boca al toser o estornudando en el codo.
-Neumonía o pulmonía. Es especialmente peligrosa en los lactantes y se caracteriza por la inflamación de un segmento de los pulmones, generalmente de origen infeccioso. También puede aparecer después de una gripe o resfriado. Entre los síntomas más frecuentes de neumonía típica encontramos fiebre alta, escalofríos, tos con mucosidad y dolor al respirar. En la variante de neumonía atípica hay síntomas menos específicos como dolor de cabeza y malestar, cansancio, dolor muscular, tos seca y persistente o con expectoración.
También puede presentar fiebre sin escalofríos y dolor en el tórax que aumenta al toser.
-Bronquiolitis. Es una enfermedad provocada por la infección de los bronquiolos causada por el virus respiratorio sincicial respiratorio (VRS o SRV) que afecta a menores de 2 años, en especial a los menores de 6 meses.
Comienza como un catarro de vías altas, con o sin fiebre, pero a los pocos días se nota un empeoramiento a nivel respiratorio. Hay tos, dificultad al respirar, pitos y sibilancias, aumento de la frecuencia respiratoria.
Hay que agregar aquellas comunes también para los adultos: resfríos, gripe, bronquitis, faringitis y neumonía, esta última la principal causa de internación en esta época del año y que reviste riesgo para los adultos mayores.
Vacuna antigripal
La vacuna antigripal es gratuita para los segmentos con más riesgo en la población y se coloca en efectores públicos. También suele haber campañas en algunas obras sociales, como PAMI y OSEP.
¿Quiénes son considerados en riesgo? El personal de salud, las embarazadas en cualquier trimestre de gestación y las puérperas hasta el egreso de la maternidad, como máximo a 10 días del parto si no la recibieron durante el embarazo, los niños de entre 6 y 24 meses de edad inclusive y las personas de entre 2 y 64 años, inclusive, con factores de riesgo (enfermedades cardíacas, respiratorias, renales crónicas, inmunodepresión, diabetes, obesidad) y todas las personas mayores de 65 años.
Prevención
Hay ciertas medidas preventivas para evitar el contagio:
Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
Ventilar los ambientes todos los días y permitir la entrada de sol.
Mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
Evitar los lugares con humo de cigarrillo o donde haya personas enfermas.
No compartir cubiertos ni vasos.
Sostener la lactancia materna.
Mantener una dieta variada especialmente rica en verduras y frutas que aporten vitamina C.
Evitar los cambios bruscos de temperatura y el exceso de calefacción y abrigo.
Síntomas más comunes
Fiebre mayor a 38 ºC
Tos
Congestión nasal
Dolor de garganta y de cabeza
Malestar generalizado
Problemas para respirar
Irritabilidad.
En los bebés: dificultad para dormir y alimentarse
Ante estos síntomas es necesario consultar inmediatamente al centro de salud más cercano para recibir atención médica.