Tras la demostración de fuerzas hechas por separado, Marcelo Tinelli y Luis Segura expondrán mañana sus cartas en la Asamblea en la que quedará confirmado que el 3 de diciembre se llevará a cabo la elección del próximo presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Desde las 17 los 75 asambleistas tienen cita en el Predio Julio Humberto Grondona, de Ezeiza, apartados de los periodistas, y tanto unos como otros tuvieron que acreditarse para poder cruzar el portón de acceso.
Si bien el acuerdo inicial por el que Tinelli fue habilitado a presentarse como candidato era que se extendería hasta marzo la presidencia de Segura, el arreglo se vino abajo rápidamente. Como ninguno de los dos sectores puede alcanzar la mayoría especial de cuatro quintas partes de los votos (60), el estatuto señala que deberá llamarse a elecciones antes de los sesenta días.
En ambos sectores dan cuenta que ya hay acuerdo en el 3 de diciembre con la fecha en que haya fumata blanca, también en Ezeiza.
"Tenemos una mayoría para la Asamblea", dijo Tinelli tras reunirse durante unas tres horas con una veintena de dirigentes en una moderna pizzería de Libertador y Tagle, en Palermo, varias horas antes del encuentro que por la noche tenía Segura con su gente en la Biblioteca del Sindicato de Camioneros, sobre la avenida José María Moreno al 1200, en el barrio de Parque Chacabuco.
"Segura tiene unos cuarenta votos", aseguró Claudio "Chiqui" Tapia, presidente de Barracas Central, vice segundo de la AFA y un fiel seguidor de su suegro, Hugo Moyano, presidente de Independiente, que apoya a Segura.
La mayoría no determinará nada ahora, pero queda en claro que cada sector sabrá con qué aval contará dentro de poco más de un mes en el cónclave que ungirá al futuro titular afista, dando comienzo a un nuevo orden luego de 35 años de una dirigencia sumisa a los mandamientos de Julio Grondona, fallecido en julio de 2014.
Tinelli dijo estar dispuesto a que ante dos posturas se defina en elecciones. Del lado de Segura, hay sectores que todavía no descartan que se puedan encolumnar detrás de un solo candidato.