River Plate ya se plantó. Decidió contra la corriente cerrar sus puertas y proteger a su comunidad millonaria y ante esto, por no jugar contra Atlético Tucumán la primera fecha de la Copa de la Superliga, será sancionado. Y por su accionar se encontró el apoyo de jugadores y entrenadores a pesar de la postura de la AFA de no parar la pelota y que se continúe el torneo a puertas cerradas.
Entre estas manifestaciones de los referentes de los clubes, uno fue el del arquero mendocino y capitán del Decano, cuyo equipo debía enfrentar a River en el Monumental el sábado pasado.
Cristian Luchetti se expresó en contra de que se siga jugando y sostuvo que para él es una locura, ya que pertenece al grupo de riesgo de la sociedad expuesta al coronavirus.
"La postura nuestra es de no jugar, priorizar la salud. Está en riesgo nuestra salud, de nuestras familias, seres queridos. Soy diabético y mis hijas me pedían que no viajara (NdR: a Buenos Aires para jugar en el Monumental contra River). Va más allá de un partido de fútbol, que se termine de una vez por todas", declaró hace unos días. Y expuso el pedido de sus hijas, por el cual dejó entrever que un contagio no incluye solo a una persona sino a los que los rodean, conviven y tienen contacto.
En la Argentina ya hay 56 confirmados, tomando en cuenta que la época de enfermedades respiratorias aún no llega. Estamos en el principio de todo.
"No hay coherencia en nada. Dentro de todo, somos los protagonistas. El show tiene que continuar, la pelotita tiene que seguir rodando”, dijo el jugador.
El tema es que después de los anuncios del presidente Alberto Fernandez en donde dijo que se suspenden todas las actividades deportivas, fiestas y reuniones sociales, el fútbol quedó excluído en esta lista, a excepción de las divisiones inferiores. No habrán torneos internacionales, nacionales ni locales en el resto de los otros deportes. Y no hay dudas que la conveniencia monetaria es lo que está primando.
Pregunta ¿si el presidente de la nación decidió correr los riesgo de un país parado en cuando a la economía y recesión por 10 días, por qué el fútbol no?
Al igual que el arquero varios entrenadores se encuentran en el grupo de riesgo que deberían estar en sus casas hasta que la pandemia desaparezca. Uno es Julio César Falcioni (63 años), quien confió que tuvo neumonía, cáncer recibiendo quimioterapia y rayos. "Soy de altísimo riesgo", dijo., y aún así "estamos citados para volver a entrenar mañana a la mañana".
¿Y Maradona? Es otro caso en el que pasó por operaciones gástricas, de rodilla y sufre de la presión. El hombre tiene 59 años y se rodea de médicos constantemente.
¿Entonces qué están esperando? Un jugador o técnico entre los 3 fallecidos por el COVID -19 registrados ya en nuestro país.
¿Qué pasará mañana? ¿Cuál será el decisión final tomada en la mesa directiva? La mayoría de los verdaderos protagonistas, los futbolistas, opinan que no se tiene que jugar.
¿Con ver afuera tampoco basta? Dos futbolistas argentinos contragieron la enfermedad en el exterior. Uno es Germán Pezzella, capitán de la Fiorentina, y el defensor Ezequiel Garay, de Valencia. Ambos se recuperan pero no escaparon del contagio, al igual que sus compañeros de sus equipos, y otras escuadras de la Liga Española, la Serie A y al Premier League.
En fin. Los dirigentes de los clubes de Primera División se reunirán mañana en la sede de la AFA para analizar la continuidad o no de la actividad futbolística, con la denominada Copa de la Superliga. También se reunirán con Agremiados, los capitanes y subcapitanes de los equipos de Primera y ascensos, para resolver este tema. El presidente anunció la suspensión de todas las actividades hasta el 31 y llamó a la conciencia y responsabilidad social.
¿Qué harán los clubes y la AFA entonces? ¿Seguirán haciendo caso omiso del pedido generalizado?
Saludar con los codos, no sirve. Sin público presente tampoco. Y disculpemé presidente pero ver un partido por la televisación abierta nos entretienen a todos, es cierto. Pero los jugadores y entrenadores siguen estando expuestos.