Por Fabián Galdi - fgaldi@losandes.com.ar
Entre el voto que el viernes pasado depositó el titular racinguista Víctor Blanco representando a la AFA en el sufragio para elegir al nuevo presidente de la FIFA y la decisión que deberá tomar Luis Segura este lunes para avalar una limpieza financiera en la máxima entidad futbolística de la Argentina se han generado condiciones para que quede sellado un convenio de partes que apunte a una refundación completa en la dirigencia afista. De lo contrario, el grondonismo sin Grondona mutará de forma pero no de fondo. Es ésta la semana crucial para saber en qué trinchera se ubica cada dirigente: la del todo pasa grondoniano o la de una revolución en las estructuras de una organización que se acostumbró a sobrevivir en base al camaleonismo, la genuflexión, el punterismo político y el corporativismo sin límite. A todo o nada serán estos días venideros, en los cuales se abre la expectativa de saber si se apunta a una modificación de cuajo o se vuelve a caer en la tentación de las redes del gatopardismo.
Si bien en los papeles aparecen como impulsores de proyectos políticos antagonistas, lo cierto es que Matías Lammens (tesorero) y Daniel Angelici (secretario general) han coincidido en el modus operandi para exponer a la luz una serie de hechos que rozan la corrupción o directamente asoman como ligados directamente al ilícito. Una demostración de poder lo basta: el apuntado fue Rubén Raposo, un directivo de 74 años de edad y que ocupa el cargo de director de Finanzas y Administración de la AFA. La investigación acerca de este dirigente de cuño grondonista arrojó revelaciones sorprendentes: las sumas que salían desde la casa de la calle Viamonte al 1300 llegaban a varias financieras, entre éstas una que cambiaba los cheques con intereses altísimos y que era propiedad...del hijo de Raposo. Tanto los presidentes de San Lorenzo y de Boca Juniors unificaron criterios y decidieron que el ex hombre proveniente de Lanús fuera despedido. A Segura le tocará firmar la notificación. Y la señal, de tan clara, también puso en compás de espera a un grupo de alrededor 40 asesores financieros de la misma entidad.
Angelici dejó su resolución en firme antes de emprender viaje hacia Zurich junto con Blanco. Mientras el directivo xeneize oficiaba en calidad de fiscal de la elección en la sede de la FIFA, su par académico lo hizo como representante afista. En la previa, la dirigencia de la Conmebol había decidido su voto en masa a la candidatura de Gianni Infantino, a la postre el vencedor. Brasil titubeó porque no veía en firme que el conteo favoreciera al suizo, pero tras la primera vuelta se alineó en bloque con el resto de los sudamericanos. De hecho, el políglata ganador había prometido aumentar una plaza al cono sur en su proyecto de un Mundial de 40 equipos.
Y hacia allí fue el apoyo regional, aunque sin notar que en realidad asoma un potencial contrapeso a la hora de las decisiones continentales: la Concacaf. Ésta, una de las más golpeadas por el FIFAgate, cuenta ahora con un actor de peso de cada vez mayor influencia en el fútbol: Estados Unidos. Y nadie puede hacerse el distraído dentro de la dirigencia de este lado del planeta, ya que hubo apoyo unánime el año pasado para que en este 2016 la Copa América dispute su edición "Centenario" en suelo norteamericano. Ahora, el flamante consejo de la FIFA contará con igual número de respresentanes americanos: 5 por cada confederación. En términos políticos: el avance del Norte fue mayor que el del Sur, al que sólo se lo conformó con la posibilidad de que aumente en uno la cantidad de participantes en las próximas Copa del Mundo.
La AFA deberá enfocarse decididamente en sus propios problemas más que en el plano exterior. Y aquí se reaviva la posibilidad de que Marcelo Tinelli tenga que volver a definir si busca el sillón presidencial como sucesor de Julio Grondona - más allá del interinato de Segura - o pone proa rumbo a la Conmebol, donde puede tallar para ocupar el cargo de secretario general, el cual quedó vacante tras la renuncia de José Luis Meiszner, también involucrado en el escándalo de la FIFA. Después del mamarracho del 3 de diciembre pasado, cuando se contaron mal los votos en la elección desarrollada en el predio de Ezeiza, el empresario y animador televisivo vivió un baño de realidad: el mundillo del fútbol le mostró el realismo mágico que lo define como un espacio en el cual la lógica se tiñe de imprevistos y hechos que hasta parecieran surgidos del guión de un programa de Capusotto.
Durante la semana pasada, Tinelli sumó sendos toque de atención, los cuales bien le vendría evaluar. Uno fue el de la postulación de Armando Perez, con afinidad al gobierno de Mauricio Macri. El otro resultó el del trabajo de equipo entre #Lammens y Angelici, aunque éste sea más de gestión que de armazón político. En las dos situaciones, la ausencia de MT y el virtual silencio de radio sobre situaciones puntuales lo hacen bajar escalones en la consideración general. Faltan cuatro meses para que las elecciones de fines de junio definan al nuevo conductor de la AFA y estas desapariciones del centro de escena vuelven a sembrar dudas sobre cuál es el verdadero objetivo del vicepresidente sanlorencista. A nadie escapa que las internas dirigenciales en el fútbol argentino son encarnizadas y que no basta con las buenas intenciones o el marketing para gobernar una nave que se mueve en aguas encrespadas. Si no vuelve a dar señales de presencia, el macrismo estará en condiciones de licuar el apoyo - crítico, pero apoyo al fin - que le está dando a su candidatura.
Hoy día, la figura de mayor ascenso en la dirigencia del fútbol nacional es la de Lammens. A pesar de su corta edad - 36 años - el conductor de San Lorenzo está predestinado a instalarse en los planos altos de la AFA por su crecimiento constante a nivel dirigencial.
Luego de haber rechazado sumarse al PRO por sentirse alejado ideológicamente de la fuerza, ML busca construir su espacio político desde el centroizquierda. "Aún no es mi tiempo", suele contestarle a sus allegados más cercanos. Apoya a Tinelli para la AFA y no vería con malos ojos qué su compañero de ruta se fuera directamente a la Conmebol. Y hasta puede sentarse a la misma mesa con Angelici sin ceder a la eventual influencia del delfín de Mauricio. Entre los dos se preparan para ver los resultados de la movida a fondo que trazaron en el ajedrez afista: tirarle la pelota a Segura para que éste avale el pedido de despido de Raposo. Dejaron el balón en campo de Don Luis, quien seguramente debe añorar aquellos momentos en los cuales su admirado Don Julio solía definir cualquier urgencia en dos palabras: todo pasa.