El sector automotor empezó el 2020 sumido en la peor crisis de la última década, pero con expectativas de recuperación. Tres meses más tarde, con la llega del coronavirus y las restricciones a la actividad, las esperanzas de un repunte se disiparon completamente y las previsiones de ventas bajaron a un mínimo histórico. De acuerdo a los presidentes de Fiat, Mercedes Benz y BMW en Argentina, este año en Mendoza se venderán, como mucho, 9.500 autos 0 km.
El número surge de la lectura de mercado que hacen los referentes a nivel nacional. Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Chrysler Automóviles Argentina; Rolf Epp, CEO y presidente de BMW Argentina y Manuel Mantilla, CEO y presidente de Mercedes Benz Argentina, concordaron en que, en un escenario muy optimista, durante 2020 se patentarán 250.000 unidades en todo el país. Tomando en consideración la participación de Mendoza (3,8%), se puede deducir que la provincia apenas llegaría a 9.500 autos vendidos. La lectura más pesimista de los especialistas ubica el piso de ventas en 200.000 vehículos en el total de Argentina, lo que se traduce en apenas 6.000 autos vendidos para las concesionarias locales.
En cualquiera de los dos escenarios, los resultados de ventas del sector automotor mendocino serán abrumadoramente más bajos que el promedio de la última década (28.166 patentamientos por año). A eso se le deben sumar otros problemas paralelos, como el sobrestock en las fábricasa del país y el riesgo de que se pierdan miles de puestos de trabajo.
Hasta dónde llegue la crisis dependerá mucho de la duración del aislamiento y de las medidas que aplique el Gobierno Nacional para reactivar la economía en el corto plazo. Lo concreto hoy, es que en marzo se registraron 570 unidades 0 Km en Mendoza. El aislamiento social preventivo y obligatorio, además de influir en la demanda, obligó al cierre momentáneo de los servicios mecánicos y colaboró en la merma del volumen de facturación.
Qué pasa en el sector
Durante un seminario web realizado por LIDE Argentina, los referentes de la industria automotriz hicieron una lectura de cómo el coronavirus está impactando en la actividad y hacia dónde se encamina la actividad. Rolf Epp, de BMW Argentina, señaló que esta crisis es muy diferente a las otras, porque las salas de venta están completamente cerradas. "No hay financiamiento, no hay seguros, no hay ventas de autos usados y los talleres están frenado. Es un terreno completamente desconocido", comentó.
"BMW se acostumbró a trabajar en un escenario con cierre de importaciones, que dificultaba la venta de autos nuevos, pero permitía que el resto de la actividad siguiera funcionando. El coronavirus, en cambio, implica un gran problema para asegurar la liquidez. Cerramos las plantas de producción en todo el mundo durante 30 días y algunas llegarán a los 45 días. Ninguna automotriz quiere acumular stock y tener capital de trabajo ocioso", apuntó.
Cristiano Rattazzi, de Fiat, también describió un presente muy delicado para el sector. "Este mes los registros permanecerán abiertos solo unos pocos días. Quizás solo se vendan 10.000 autos en todo el país", indicó.
"También las empresas de turismo, evento y, restaurantes se están quedando sin trabajo y creando una situación dramática para sus empleados. El equilibrio entre la economía y sanidad es muy difícil de mantener", agregó Rattazzi.
Por su parte, Manuel Mantilla, de Mercedes Benz, explicó que el golpe de la pandemia será más duro para el sector automotor nacional que para otros país, porque Argentina viene de varios años de baja. "Es una actividad con mucho valor agregado en exportación y muchas familias viven de la industria automotriz. Estamos en un presente inédito, donde el foco es cuidar los trabajos, la empresa, la fábrica", apuntó.
El análisis local
El total de 570 unidades patentadas en Mendoza en el mes de marzo casi equipara a las 573 registradas en la provincia durante diciembre de 2008, la peor performance comercial en los últimos 12 años. En esta oportunidad, la baja en la demanda está teñida también por una paralización casi total de la economía a causa de la pandemia.
Representantes de diferentes concecionarias locales, hicieron una lectura de la actividad del sector en la provincia. "Para marzo se había hecho un cálculo sobre un mercado de 35.000 unidades nuevas, pero a mediados de mes el cálculo cayó a 20.000 vehículos(a nivel nacional) por razones económicas. Sin embargo, en Mendoza veníamos con un ritmo de patentamientos normal hasta que se frenó la actividad", señaló Jorge Goldsack, gerente comercial de la firma Sur France.
Marcelo Silva, gerente en Toyota Yacopini explicó que en su caso, los resultados de ventas, antes del aislamiento social, estaban por debajo de lo esperado. Con respecto a los concesionarios, indicó solo se mantienen activos los trámites por la web, aunque no se puede oficializar ventas por ese medio.
De todas formas, las agencias locales, para incrementar el interés de los potenciales clientes, esgrimen ofertas y bonificaciones especiales para las operaciones online. Con el home office se apalancaron los canales de Whatsapp y chats. Las cotizaciones y preventas también se realizan en forma virtual.
Citroën, por ejemplo, ofreció las últimas semanas un furgón diésel puesto en calle y gestionado en forma online recibe una bonificación de $ 188.000. Un concesionario Chevrolet, en tanto, trabajó con financiación exclusiva para las compras online.
En medio de la pandemia, las automotrices reclaman cambios económicos de fondo
Bajo la premisa de que "la crisis es una oportunidad para cambiar", las automotrices buscarán convencer al Gobierno Nacional de aplicar una serie de medidas para reducir la presión impostiva y flexibilizar el mercado laboral. El objetivo, aseguran, es "meter a la Argentina entre los primeros cinco o seis fabricantes de autos a nivel mundial", generar mayor actividad económica interna y creando más puestos de trabajo.
Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Chrysler Automóviles en el país, opinó que "Argentina puede usar este enorme shock para hacer cambios en su manera de ver la economía y en la importancia que debe darle a la simplificación y el funcionamiento de todo el sistema económico". A modo de ejemplo, el empresario señaló que los impuestos que se aplicaron sobre la industria a fines del año pasado, son "absurdos y enormes".
A lo que hizo referencia Rattazzi, es al impuesto interno del 25% para autos de más de $ 1,7 millones (valor de fábrica) y de 53,8% para los de más de $ 3,1 millones. "Suspendieron el pacto fiscal, que estaba muy bien hecho y hacía desaparecer Ingresos Brutos, algo que en Europa ocurrió hace 60 años. Ahora volvimos atrás. Hay que forzar la desaparición de impuestos persuasivos", protestó.
"En vez de Ingresos Brutos, se puede hacer un impuesto único a la venta final de los productos", continuó el presidente de Fiat. "También la retención a las exportaciones es un error. El país tiene que exportar, pero no solo granos. Los países civilizados no tienen algo tan distorsivo", declaró.
Se mostró de acuerdo con ese concepto Manuel Mantilla, CEO y presidente de Mercedes Benz Argentina. "Tenemos una desventaja tremenda en el plano impositivo, principalmente frente a México y Brasil", advirtió.
El referente de la marca alemana, comentó la empresa había empezado a trabajar en un proyecto junto al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) para crear una serie de medida internas que les permitiera ser más competitivos y así, ir a conquistar nuevos mercados. "Vamos a retomar la iniciativa cuando volvamos a la normalidad. Lamentablemente, al mercado argentino le va a costar recuperarse", agregó.
También dejó su opinión Rolf Epp, CEO y presidente de BMW Argentina, quien consideró que para reactivar el mercado, el Gobierno debe evitar aplicar medidas unilaterales. "Todos debemos sentarnos en la misma mesa para reconocer cuál es la mejor combinación de medidas a tomar", explicó.
Epp, opinó que este sería un buen momento para retomar el conocido "plan canje", que fue "exitoso en lo económico y en lo referido a la seguridad vial". Por otro lado, indicó que Argentina debería imitar a otros países en lo referido a flexibilización laboral. "La carga impositiva va del 40% al 60% en los autos de alta gama. La presión tributaria debe ser menor, para que se traduzca en mayor volumen y a la vez, en mayor recaudación para el gobierno", concluyó.
