Las invasiones de robots son el argumento preferido de decenas de películas de ciencia ficción. Se trata de una posibilidad que, sin los ribetes fantásticos, está cada vez más cerca de hacerse realidad. De hecho desde hace años se vienen avizorando cambios en el mundo del trabajo de la mano de la tecnología e incluso algunos ya han comenzado a visibilizarse. Ahora la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y el ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación realizaron el informe "Estudios sobre planificación sectorial y regional" que permite cuantificar esta imparable tendencia.
Según este documento -que tomó como base una investigación realizada en Estados Unidos- en un futuro no tan lejano (entre 15 y 20 años), el 30% de los puestos de trabajo de Mendoza podrían ser alcanzados por el efecto de la automatización. Este porcentaje representa alrededor de 220 mil empleos en toda la provincia, los que podrían enfrentar la necesidad de migrar hacia nuevas ocupaciones que muestren mayor complementación con la tecnología. Entre los sectores con mayor probabilidad de ser afectados, el documento enumera en primer lugar actividades inmobiliarias (59%), actividades financieras y de seguros (58%), seguidas por explotación de minas y canteras (48%), agricultura (44%) y construcción (41%). Mientras que entre los que menor probabilidad se mencionan la enseñanza (11%) y salud (19%).
Allí también se destaca que las ocupaciones sin calificación o con calificación ocupacional de tipo operativa son las de mayor probabilidad de automatización (entre un 25% y 43%), las que a su vez, concentran la mayor parte del empleo en Mendoza con 76%.
"Esta metodología que estamos tomando prevé el impacto de la automatización para un horizonte de entre 15 y 20 años", comenzó a explicar el economista Rodrigo González, uno de los autores del informe por la UNCuyo junto a Gustavo Maradona y Estefanía Lotitto y Cecilia Paniagua por la subsecretaría de Programación Microeconómica del Ministerio de Hacienda.
Tal como precisó el profesional, quienes pueden verse afectados en mayor medida por la automatización son aquellos trabajadores que se desempeñan en tareas repetitivas, sencillas de automatizar y que generalmente exigen menores calificaciones técnicas.
“Esto genera una inquietud porque la tecnología no impacta en todos por igual, tiende a sustituir o a remplazar justamente los puestos de menores niveles de salarios”.
El economista remarcó que no hay que fomentar una visión alarmista, ya que a la vez que la tecnología destruye puestos de trabajo, también los crea. "El desafío que tiene Mendoza para los próximos 20 años es comprender bien esta dinámica y generar los canales que necesitamos para la transición que va a tener que dar casi un tercio de la población activa", señaló González.
En ese sentido Guillermo Cruz, secretario de Extensión y Vinculación de la UNCuyo indicó que la gran generación de puestos de trabajo va a estar dada por los servicios basados en el conocimiento por lo que es fundamental avanzar en la formación de la población. "Hoy la UNCuyo está incursionando en la formación de técnicos a través del ITU, también en las carreras de ingeniería, desarrollo informático, diseño industrial con las nuevas impresoras 3D, entre otras", enumeró.
Por sector
Con respecto a los sectores que tienen mayores probabilidades de ser afectados por la automatización, González explicó que todavía la actividad inmobiliaria genera mucho empleo porque la provincia tiene un servicio tradicional dado principalmente por la interacción de las personas. "Pero todo eso irá cambiando y tenderá a automatizarse, lo mismo que sucede con los bancos que están tendiendo a virtualizar sus servicios", indicó.
En relación a la producción, mencionó el economista a la explotación de minas y canteras y al agro, en los cuales se prevé que incorporen maquinarias para automatizar procesos. En la construcción avizoró un sistema más industrializado donde los bloques se armen con máquinas dentro de grandes galpones para luego ser ensamblados donde corresponda. Entre los menos afectados de una lista de 20 actividades, aparecen la enseñanza y la salud. "Lo que está marcando es que el profesor o el maestro va a seguir estando, sí va a cambiar el método de aprendizaje pero en ese caso la persona se complementará con la tecnología", detalló el experto a la vez que anticipó que algo similar ocurrirá en el ámbito de la salud.
Mirada externa
Ricardo Oliva, experto en Recursos Humanos y directivo de la consultora Rosetto, Oliva & Asociados, aseguró que desde hace unos 10 años se avizora este panorama de automatización que afecta a los puestos de trabajo. "Incluso hoy puede verse. La digitalización ha hecho que se pierdan muchas actividades laborales que son de operatividad mediana, sin mucha complejidad", comentó en base a su experiencia. Para él cada día se requiere más especialización, sobre todo con lo que tiene que ver con lo digital. "Lo veo mucho en los bancos, en seguros y en todo lo que sean servicios".
Incluso reconoció que los consultores tienen que actualizarse en el mismo sentido. “Los métodos de reclutamiento también han cambiado y no queda otra: uno cambia o te pasa por encima el mundo”, sentenció.
Consultado sobre la influencia de la automatización en el sector inmobiliario, Santiago Debé, titular del Observatorio Inmobiliario de la República Argentina, se mostró en desacuerdo. "El tema tecnológico en los inmuebles lo vi hace 15 años, para nosotros en ese momento era una novedad total, se mostraban las propiedades con video. Sin embargo esto no reemplazó al corredor inmobiliario, porque todas las personas sin excepción querían ver las propiedades en forma directa", manifestó. Asimismo reconoció que la tecnología tiene cada vez mayor protagonismo, pero negó que vaya a reemplazar al profesional inmobiliario.
Informalidad
El informe también pone en relieve el preocupante problema de la informalidad laboral. Tal como remarca, 1 de cada 3 trabajadores de la provincia no están registrados. "La informalidad es el principal problema que aqueja al mercado laboral local. Desde la perspectiva de las relaciones de empleo, los trabajadores asalariados informales tienden a mostrar un alto nivel de vulnerabilidad ya que, al realizar actividades fuera del marco legal, no poseen acceso a la cobertura previsional, no cuentan con una jornada regulada de trabajo, ni tienen acceso a vacaciones pagas, aguinaldo, indemnización, seguro médico, cobertura de riesgos del trabajo, salario mínimo, entre otros beneficios", reza el informe.
Adaptar la oferta educativa
Para la transición de puestos de trabajo más repetitivos y menos calificados hacia los más calificados que requieren mayor complementación con la tecnología, es clave el rol de la educación.
Consultado al respecto Rodrigo González, economista y uno de los autores del informe "Estudios sobre planificación sectorial y regional", afirmó que la oferta educativa de Mendoza es muy amplia y muy variada pero no está articulada con la demanda de las empresas. "Justamente el desafío es articularla de manera armónica con la demanda del sector productivo", remarcó.
Por esta razón el mencionado informe tendrá una segunda parte en la que se estudiará los perfiles para la actividad económica para los próximos 5 años. "Por oasis productivo vamos a hacer una caracterización de esos perfiles y estimar la cantidad para enfrentarlo con la oferta educativa", adelantó.
Metodología
Para el informe "Estudios sobre planificación sectorial y regional" se tomaron como referencia las probabilidades de automatización por ocupación estimadas por Frey y Osborne que fueron calculadas para el mercado laboral de EEUU en 2013. En el caso de Argentina, el Ministerio de Hacienda de la Nación (2018), a partir de la información del mercado laboral relevada en la Encuesta Permanente de Hogares (INDEC), elaboró un Índice de Automatización que corrige las probabilidades de Frey y Osborne. Para Mendoza se replicó esta metodología utilizando la información de empleo, a nivel departamental y por sector de actividad económica, relevada a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida (2016).