La directora Nacional de Políticas para Adultos Mayores, Mónica Roqué, aseguró que las personas adultas mayores gays, lesbianas o trans (LGBTI) deben enfrentar "un doble prejuicio" para vivir plenamente su sexualidad, porque tanto una vida sexual activa como las elecciones sexuales diversas "se relacionan con la juventud".
"La sexualidad en los adultos mayores es un tabú, y si el viejo o vieja además pertenece al colectivo LGBTI, debe enfrentar un doble prejuicio, porque se cree que la sexualidad desaparece con la edad y porque la homosexualidad se relaciona también a la juventud", aseguró Roqué, antes de disertar en el Primer Seminario Internacional sobre Género y Diversidad Sexual en la Vejez que comenzó ayer en la Cancillería, en el marco de la 4° Campaña Nacional del Buen Trato Hacia las Personas Mayores.
"Entonces, pareciera que cuando una persona se convierte en mayor no puede tener sexo, y mucho menos si es gay, lesbiana o trans, porque sufre un doble standard de discriminación", agregó.
No obstante, la funcionaria destacó que "si no tuviéramos las leyes que este gobierno proclamó, como la de matrimonio igualitario e identidad de género, sería mucho más difícil" luchar contra estos preconceptos, dado que la vigencia de estas normas otorgan "un marco de legalidad que permite que estos temas ya no se tengan que esconder".
"Muchas veces las leyes no son producto de los cambios sociales, sino que los anticipan: creo que estamos en uno de estos casos y ahora la sociedad debe acompañar este cambio", dijo.
Pero estas normas no actúan aisladamente, sino se entroncan con todo un conjunto de leyes que tienen por objetivo la restitución de derechos a las personas adultas mayores.
"Este país tiene la cobertura previsional más importante de Latinoamérica, la jubilación mínima más alta de la región, y ahora estamos por ratificar la Convención Interamericana de los Derechos Humanos de las Personas Mayores que Argentina lideró ante la OEA", consideró Roqué.
Entre los asistentes al seminario, que se extenderá hasta mañana, estuvieron Norma Castillo y su esposa Ramona "Cachita" Arévalo, dos históricas activistas LGBTI y una de las primeras parejas en casarse tras la sanción de la ley de matrimonio igualitario, ratificando así la decisión de estar juntas tomada 30 años antes.
"Yo estaba pensando cómo cambió todo en una sola vida, porque cuando nosotras éramos chicas, la palabra 'lesbiana' no se pronunciaba", dijo Castillo, quien además es una de las caras de la 4° Campaña Nacional de Buen Trato hacia las Personas Mayores que este año tiene como lema "La diversidad sexual no tiene edad".
Pero, por otro lado, Norma llamó la atención también sobre el acelerado envejecimiento de la población, que vuelve más urgente el desafío de "cómo se inserta a la gente y cómo se tumban los prejuicios tan grandes y tan violentos hacia los adultos mayores" que todavía siguen vivos en la sociedad y que permiten que aún se les diga a los viejos "vos no podés andar, no podés decir, no podés tener sexo o ya vos no estás para estas cosas".
En el panel de apertura estuvieron también el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Claudio Franchello; el director regional para el cono sur de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, Carlos Garavelli; la decana de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Ana Hermosilla; el presidente de IOMA, Antonio La Scaleia; y el director general de Derechos Humanos de la Cancillería, Federico Villegas Beltrán.
"El Estado fue garantizando pisos de derechos homogéneos para todos, lo que nos permite avanzar en batallas culturales fundamentales que son esenciales que fueron consagradas en normas como el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género o la reforma del Código Civil", afirmó Franchello.
"Cada país tiene su lugar en el mundo, nuestra identidad está claramente ligada con los derechos humanos y estamos dispuestos a dar las batallas internacionales para una transformación cultural a nivel internacional en relación al adulto mayor y a las identidades sexuales", señaló por su parte Villegas Beltrán.