Invitado por la Universidad Nacional de Cuyo para exponer sobre derechos alimentarios, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, volvió a Mendoza esta semana y resaltó la necesidad de promover la soberanía alimentaria y generar políticas sustentables para esa rama de los derechos humanos.
Pero, además, criticó la realidad actual de los derechos humanos, pidiendo por la aparición con vida de Santiago Maldonado, reivindicando la tarea de la organización kirchnerista Tupac Amaru y criticando con dureza al Gobierno de Mauricio Macri.
-Vino por un tema no habitual, la alimentación sustentable...
-A los derechos humanos hay que verlos de forma integral. No son sólo torturas, desapariciones de personas o acciones de la fuerzas de seguridad contra el pueblo. También son derechos humanos la alimentación, la educación, la salud. Tenemos que hablar de derechos de los pueblos y lógicamente, los bienes y los recursos naturales tienen que ver con la vida de los pueblos. Esos derechos se ven cuando se afecta a gran número de personas. Tiene que ver con la cultura y con la vida misma.
-Antes no se hablaba tanto. El militante de derechos humanos ¿adecua los temas a los tiempos?
-No, estos temas siempre estuvieron. Hay momentos en la vida de los pueblos en los que inciden más determinados temas. El problema de la alimentación tiene que ver con cómo y para qué se produce. Hoy hay monocultivos de soja para exportar pero no para alimentar. ¿Por qué hay pobres? Josué de Castro (médico brasileño ex director de la FAO), en “La geografía del hambre”, dice que “los pobres no duermen porque tienen hambre y los ricos no duermen porque tienen miedo a los que tienen hambre”. ¿Cómo hacemos para que todos duerman? Hay que distribuir y compartir. También es problema el uso de los recursos. ¿Qué pasa cuando se patentan las semillas y después a un agricultor le cobran la patente, como hace Monsanto?
-¿Cómo ve la política de derechos humanos hoy?
-En el país hay un retroceso. El Gobierno responde con represión y no con la solución de los problemas. Esto se ve muy claro con lo que pasó en la comunidad mapuche en Chubut, con el caso de Santiago Maldonado, desaparecido por acción de Gendarmería. Lamentablemente la ministra de Seguridad (Patricia Bullrich) lo niega, cuando hay evidencias de que Santiago fue víctima de la Gendarmería. Esto indica la represión a los trabajadores que reclaman por su sitio de trabajo; el no cuidado del ambiente. Son todas violaciones a los derechos humanos. Y nos duele.
-¿Habló con el Gobierno de eso?
-Tratamos de llegar a un diálogo con el Gobierno, pero no se logra. Hablamos con (Claudio) Avruj (secretario de Derechos Humanos), pero las medidas represivas continúan.
-Algunos dicen que "Macri es la dictadura". ¿Lo es?
-No, no lo es. Hablar de dictadura es otra cosa. Pero sí se está transformando en un gobierno autoritario.
-¿No tiene que ver con un modelo político distinto?
-Imponer este modelo neoliberal cierra con represión, no con diálogo, no con apertura. El Gobierno tiene que cambiar. Debe abrir instancias de diálogo, ponerse de acuerdo. Dentro de poco la CGT -aunque no lo quiera- llamará a una movilización. También está el caso de los pueblos originarios, cuya cultura y valores hay que respetar. No hay que reprimir. La represión agravará la situación y no dará soluciones.
-Macri dice que todo mejorará. ¿Le cree?
-No. Los informes del observatorio social de la Universidad Católica Argentina dicen que con este gobierno, los pobres aumentaron un millón y medio más.
-Se habla de herencia. El Gobierno anterior ¿hizo algo contra la pobreza?
-Algo hizo, pero no fue suficiente. Lo bueno del Gobierno anterior había que preservarlo, no destruirlo. Nosotros trabajamos con jóvenes en estado de riesgo social con la pobreza, en centros educativos. Ellos cada vez tienen más hambre. Antes, a las “aldeas” (así llama a los centros educativos) iban adolescentes de 13 a 18/20 años. Hoy aparecen todos sus hermanitos y hay que darles de comer. Eso marca el aumento de la pobreza en muchos lugares y es doloroso.
-¿Milagro Sala es una perseguida política?
-Es una perseguida política y es una cuestión de odio de Morales contra ella. Yo no cuestiono si hizo o no cosas buenas. Lo que cuestiono es el procedimiento, que no es legal. Nadie puede ser condenado antes de ser juzgado.
"Nosotros trabajamos con jóvenes en estado de riesgo social con la pobreza, en centros educativos. Ellos cada vez tienen más hambre."
-No ha sido condenada aún...
-Está condenada antes de ser juzgada porque lo dice el gobernador. Además hay una complicidad de los jueces, que están supeditados al poder político. A esos jueces hay que denunciarlos en el Consejo de la Magistratura, por irresponsables o cómplices. No pueden proceder así.
-¿Y Nélida Rojas en Mendoza?
-Es lo mismo.
-La acusan de ser jefa de una asociación ilícita, de coacción, usurpación…
-Está bien, júzguenla primero como corresponde y no destruyan todo el trabajo de la Tupac Amaru, que hizo viviendas, centros de salud, escuelas. No pueden destruir todo eso.
-¿Cornejo en Mendoza es como Macri en el país?
-No puedo opinar sobre él. No estoy siguiendo su tarea.
Las acciones sobre el caso Santiago Maldonado
Desde su espacio de militancia, Pérez Esquivel se ha volcado de lleno a la causa de la desaparición de Santiago Maldonado, el pasado 1 de agosto, luego de una protesta de la comunidad mapuche de Esquel, reprimida por Gendarmería nacional.
“Con la Comisión Provincial por la Memoria (C PM - entidad chubutense) nos hemos presentado como querellantes y queremos la aparición con vida de Santiago”, señaló el Nobel de la Paz en Mendoza. El activista se mostró optimista con las investigaciones que se están realizando. “Están apareciendo algunas pistas”, destacó. Aseguró que trabajará con la comunidad mapuche de esa provincia para contribuir con la investigación.